Continuamos con la serie de artículos escritos por los alumnos del Máster de Guión de la Universidad Pontificia de Salamanca, donde varios de los autores de este blog colaboramos como profesores.
PREPÁRATE PARA SER GUIONISTA
Por Susana Cámara y Sara Riesco
Tras realizar una encuesta en profundidad* sobre lo que es ser estudiante de este máster hemos llegado a una serie de conclusiones que expondremos a continuación. Hemos preguntado a abuelas, padres, hermanos, primos y amigos de esos que estudian medicina. Hemos ordenado, clasificado y archivado por orden alfabético la información resultante y lo cierto es que no nos ha servido de mucho, pero como somos guionistas nos lo hemos inventado un poco. Y ya de paso aprovechamos para contaros qué está siendo para nosotros este año en el Máster de Guión de Ficción para Cine y Televisión.
1. LO QUE PIENSAN NUESTROS PADRES QUE ES SER GUIONISTA:
Vamos a ver. Eres estudiante, quizás veinteañero, te quieres dedicar a escribir, de pronto te vas a ver viviendo en una de las ciudades con más fiesta de la geografía española, quizás sea la primera vez que vives solo… ¿Acaso piensas que tus padres se creen que vas a estar escribiendo teorías sobre Schopenhauer las 24 horas del día?
2. LO QUE PIENSAN TUS AMIGOS QUE ES SER GUIONISTA:
De pronto tus amigos sólo te van a ver como un recomendador de películas profesional. Oye, que no sé que ver esta noche… Recomiéndame algo. Pero claro, que no se te ocurra mencionarles a Kaurismaki, que eres un cultureta, que yo quiero algo fácil. Fácil. Sí, fácil… de esas para no pensar. Entonces tú, que tienes la cabeza a centímetros de la pared porque estás a punto de darte cabezazos, de pronto, te paras y decides que “El Séptimo Sello” es la mejor recomendación para que tu amigo, ingeniero de minas, disfrute de un sábado por la noche con su pareja. Lo cual no les ayuda, precisamente, a comprender por qué quieres ser estudiante de guión.
Y eso cuando no tienes la típica conversación…
El médico: Buf, mañana tengo examen de fitopatología.
El ingeniero: Pues yo ayer tuve un examen de 6 horas y estoy…
Tú: Yo estoy escribiendo un largometraje y no sé por dónde agarrar el segundo acto.
Asúmelo… Las miradas de desdén VAN A ESTAR AHÍ.
3. LO QUE TU ABUELA PIENSA CUANDO LE DICES QUÉ QUIERES SER “DE MAYOR”:
4. LO QUE TUS PRIMOS PEQUEÑOS PIENSAN:
De pronto las comidas familiares dejan de ser un drama para ti. Tus primos y hermanos pequeños escuchan con la boca abierta lo que haces en clase, todos los coleguitas de preescolar de tu primo Antoñito conocen de tu existencia porque VAS A TRABAJAR EN LA TELE.
5. LO QUE REALMENTE ES SER ESTUDIANTE DE ESTE MÁSTER:
Y aquí viene el problema. Por la corta experiencia que tenemos podemos decir que ser guionista puede ser lo más divertido del mundo, pero antes de acosar con correos, guiones y llamadas al director del Máster de Guión, os queremos invitar a esperarle a la puerta de su casa cada tarde con una pancarta que indique “acéptame, queremos entrar”.
Es broma, no lo hagáis, podría traeros ciertos problemas legales.
Pero meditad bien vuestra decisión.
Porque igual que un electricista no sólo cambia bombillas.
Un médico no sólo hace recetas.
Y un informático no sólo formatea ordenadores.
Un guionista no se pasa el día escribiendo lo primero que se le viene a la cabeza.
Tenemos muy claro que con nuestra corta experiencia en este mundo, no sabríamos decir con total exactitud qué ES ser guionista, pero quizás os podamos ayudar diciendo lo que hemos descubierto: algunas cosas que NO SON. Cosas que este máster te enseña desde el minuto uno.
Aprendes que ser guionista no es sólo leer manuales:
Leerlos ayuda, está claro, pero dedicar tu vida a los manuales no te va a otorgar la clave para el guión perfecto. Ni siquiera estamos seguras de que eso exista. Lo que sí sabemos es que muchos de los ponentes de este máster te van a mostrar sus propios trucos para hacer de tu historia un producto interesante y con criterio.
Aprendes que ser guionista no es escribir algo y ya:
Por la palestra del máster van a pasar grandes profesionales del guión, productores, analistas… y cada uno te va a dar su propia visión personal de la profesión. Pero si hay algo en lo que todos ellos van a coincidir es en que escribir es reescribir. La frase, que vas a tener hasta en la sopa desde el minuto uno del máster, es cierta como que el agua moja. Y aquí se reescribe. Y mucho.
Si viene la inspiración, que me pille trabajando. Pablo Picasso.
Aprendes que ser guionista no es contar tu vida:
Es inevitable que tus personajes terminen teniendo algo tuyo, personal. Es inevitable hasta el punto que te van a perseguir una vez dejes de escribir y decidas tomarte el colacao de media tarde, irte de cervezas o visitar a tu abuela la de Cuenca. Pero esto no quiere decir que tus personajes tengan que ser tú. Taller tras taller, trabajo tras trabajo, a la fuerza, terminas aprendiendo a despegarte de todos tus guiones sin dejarlos marchar, a convivir con ellos y, sobre todo, a escribir con la distancia suficiente como para poder decir que son tu creación. No tú.
Aprendes que convertirte en guionista no significa que todo lo que escribas vaya a ser la hostia:
De hecho no. No vas a escribir “Ciudadano Kane”, al menos a la primera de cambio. Los talleres que se imparten son intensivos, duros y te harán trabajar; recibirás críticas, muchas críticas, prepárate para eso. Pero serán críticas siempre enfocadas a ayudarte a dar una vuelta de tuerca más a lo que quizás considerabas que era un guión perfecto. Y, tras un año, habrás sacado adelante trabajos de los que podrás estar orgulloso. En definitiva, saldrás de aquí cargando con muchas de las herramientas necesarias para conseguir escribir una buena historia.
Aprendes que ser guionista no es vivir en una buhardilla rodeado de gatos, alcohol y tabaco:
Quizás sí, cada uno es un mundo, pero digamos que no es la tónica general. El primer día de clase nos lo advirtieron; nos avisaron de que mirásemos alrededor y que asumiésemos que esas 23 personas que nos rodeaban se iban a convertir en nuestra segunda familia. Y como en toda familia hay gente con la que te llevas mejor o peor, con las que discutes más o menos… Pero trabajo tras trabajo, terminas sacando adelante historias que nunca hubieras escrito en la soledad de tu buhardilla y aprendes a asumir que tu idea no siempre es la mejor. Seréis 24 personas con ganas de aprender y dispuestas a comerse el mundo; serán inevitables las discusiones, muchos tendréis puntos de vista completamente opuestos a los del compañero de al lado… Pero nunca hay que olvidar que si habéis llegado a este máster es porque os une un interés común. Y eso se nota, especialmente a la hora de trabajar: todas estas discusiones no sirven sino para enriquecer los guiones y la forma de pensar de los 24 compañeros que formamos parte de la clase.
Por último, nos gustaría tranquilizar a esos padres que nombrábamos al principio. Obviamente no nos pasamos el día teniendo tertulias acerca de Schopenhauer, pero hacer el Máster de Guión de Ficción para Cine y Televisión no es simplemente alargar un año más tu grado universitario: hay que trabajar. Y a ti, posible futuro alumno… Si estás pensando en dedicarte a una profesión dura has de asumir que es posible que tardes bastante tiempo en ver en una pantalla alguno de tus escritos, que tu tiempo libre va a verse invadido por guiones y personajes y que tu casa va a convertirse en tu oficina de aquí en adelante. Pero todo esto merece la pena si lo combinas con un buen ambiente, con un año de aprendizaje continuo y con una dinámica de trabajo que nada tiene que ver con lo que ha sido tu vida universitaria hasta el momento. Y lo más importante, saldrás de este máster cargando a tus espaldas con un dossier de trabajos tutorizados por gente implicada en su trabajo y una experiencia (personal y profesional) muy difícil de encontrar fuera de estas paredes.
* Es mentira