por David Muñoz.
“Hola, chicos. Veréis, os escribo porque un amigo mío es bastante fan de vuestra página, y me ha aconsejado que recurra a vosotros para la duda que tengo ahora mismo.
Para explicarme un poco, soy escritor aficionado. Con alguna cosilla publicada, nada muy espectacular, pero bueno, ahí está. Resulta que tuve una idea para una novela y la escribí. La novela es de un tamaño mediano (algo así como 100 folios DIN-A4), con lo cual, bueno, no es una novela corta, pero tampoco es el típico tocho que está tan de moda ahora mismo. Lo curioso para mí es que me da la sensación de que la novela (por su temática, y por la forma en que está redactada), daría perfectamente para trasponerla casi de forma directa en un guión. No me preguntéis por duración de tiempo y demás porque yo de guiones, ni idea, yo sólo sé de novelas. Pero de lo poco que conozco del cine como espectador, me parece que sí, que la secuencia de acontecimientos podría encajar en el formato de una película.
La principal cuestión es que el tema, si bien creo que apropiado a una producción cinematográfica, exigiría un mínimo de efectos especiales. Es el tipo de historia que sería complicada de desarrollar con los medios de que disponemos normalmente aquí. Pienso más en Estados Unidos. Mi amigo me ha dicho que quizás lo ideal sería conseguir un agente en USA. Traducir la sinopsis de 1-2 páginas que tengo de la novela al inglés y mandarla a posibles agentes es factible, pero si ya me tira un poco para atrás ponerme a redactar un guión sin experiencia ninguna, imaginaos partir de un idioma en el que me manejo (en mi trabajo me comunico continuamente en inglés), pero no es mi lengua nativa ni mucho menos.
Por eso os escribo a vosotros, para ver si me podéis dar algún consejo que pueda ser útil. De momento estoy tratando de conseguir agente literario para el texto como novela, pero tanto si la cosa va bien como si no, la vía de la película me parece la evolución natural de este proyecto.
Muchas gracias por atenderme. Un saludo.
E”.
Hola E,
Hombre, yo lo primero que diría es que antes de empezar a pensar cómo vender el guion que podrías escribir a partir de tu novela, primero lo escribas. Y luego, pues bueno, ya veremos, ¿no?
No es mi intención desanimarte, ni mucho menos, pero no sería la primera vez que el autor de una novela está convencido de que ha escrito algo que puede adaptarse fácilmente al cine para luego descubrir que no es así una vez se pone manos a la obra.
Las novelas y los guiones comparten muchas cosas, pero son muchas más las que los separan.
De todas maneras, suponiendo que consigas escribir el guion, no entiendo por qué crees que una película con “un mínimo de efectos especiales” no puede ser rodada en España.
Como no sé a qué te refieres exactamente con lo de ese “mínimo” no puedo opinar con demasiada rotundidad, pero vaya, que el problema que te vas a encontrar al mover el guion no va a ser tanto la posibilidad de que sea factible desde el punto de vista técnico como de que le interese lo suficiente a un productor como para poner en marcha toda la maquinaria necesaria para acabar haciendo una película con él. Si es así, en España pueden hacerse (y se hacen) películas con un “mínimo” de efectos especiales. Y el Ej. más reciente –y espectacular- es “Lo imposible”. Si podemos hacer eso y podemos hacerlo bien, podemos hacer cualquier cosa. Lo “único” que hace falta es lo de siempre, dinero, y voluntad de invertirlo.
Eso no quiero decir que no puedas o debas traducir tu guion al inglés. ¿Por qué no vas a hacerlo? No tienes nada que perder si lo haces. Si el guion llega a más sitios, más posibilidades tendrá de venderse.
Y no sé por qué te agobia la idea de tener que escribir un guion completo en inglés. No tienes por qué hacerlo. Escríbelo en español y que te lo traduzcan. Es como escriben sus guiones “en inglés” los guionistas españoles (la verdad es que no sé si hay algún caso de guionista español que escriba directamente en inglés).
En realidad lo que nos estás preguntando es algo que no podemos responder. Es algo así como “¿Si me pego el currazo de escribir un guion y, encima, de traducirlo al inglés, me merecerá la pena al final?”.
Pues… quien sabe.
No hay una sola manera de conseguir vender un guión, y menos aún de lograr que acabe siendo convertido en una película. Y si la hay, yo desde luego no la conozco. Si fuera así, habría muchas más películas con guion mío, te lo aseguro. Lo complicado de este negocio es que no está regido por unas normas cuyo cumplimiento te permita conseguir un determinado resultado. A veces lo haces todo “bien” y no consigues nada. Otras, acabas teniendo una película sin saber muy bien cómo es posible que haya podido llegar a ocurrir.
En todo caso, espero que sigas adelante con tu proyecto de convertir tu novela en guion y que no te dejes desanimar. Lo bueno de la ausencia de reglas es que al mismo tiempo que es difícil que pase algo, también puede pasar cualquier cosa.