¿UNA NUEVA DIMENSIÓN?

Por Daniel Castro (Guionista en Chamberí)

Tal vez alguno de vosotros se haya enterado de que hace unos meses se estrenó una película llamada “Avatar” dirigida por James Cameron.

La película fue un éxito mundial descomunal. En plena crisis de la exhibición en salas, consiguió una recaudación aproximada de 2.730 millones de dólares. En términos absolutos, es la más taquillera de la historia.

Muchas salas de todo el mundo adquirieron proyectores de video digital sólo para poder exhibir esta película en 3D (aunque también se exhibió en 2D). En España, por ejemplo, el parque de cines con proyección digital en 3D era en abril de este año de 266 salas, casi un diez por ciento del total.

Hace algún tiempo leí que “Avatar” iba a salvar el cine. Posiblemente era un titular algo exagerado, pero el efecto de la película de Cameron en la exhibición cinematográfica creo que sólo puede ser comparable a los que se produjeron cuando se introdujeron el sonido y el color. Creo que ni siquiera la introducción de los diferentes sistemas de sonido o los efectos visuales por ordenador han influido tanto en la manera de exhibir y ver el cine.

Desde hace años se hablaba de que iba siendo necesario que el parque de proyectores de cine se fuera reconvirtiendo al digital. Las copias en “celuloide” son un caro y voluminoso anacronismo en un tiempo en el que todas las demás fases de la elaboración de una película pueden hacerse (y con gran calidad) en formatos digitales.
Sin embargo, ha hecho falta una película de gran presupuesto, apoyada por un gran estudio y una exagerada campaña de marketing para que muchos cines decidiera que ahora era el momento de acometer esa inversión.

En la estela de “Avatar” han llegado a esas salas numerosas películas en 3D. Muchas de ellas no habían sido rodadas con la intención de ser proyectadas así. Este artículo de El País, bastante interesante, habla sobre lo oportunista que ha resultado la reconversión en 3D (“dimensionalización”) de películas como “Furia de titanes”. El proceso de conversión es caro y complejo. Además, es importante rodar sabiendo que la película va a exhibirse en 3D, para evitar movimientos de cámara demasiado rápidos, para jugar inteligentemente con los planos y para no oscurecer demasiado la fotografía (las gafas privan a la película de gran parte de su luminosidad).

Los grandes estudios de Hollywood han encontrado el modo de volver a llevar a los espectadores que habían empezado a desertar de los cines. Además, el argumento de las tres dimensiones ha servido para que los espectadores, en estos tiempos de descargas gratuitas de cine desde Internet, paguen más aún por cada entrada de cine (la entrada para ver “Avatar” en 3D costaba hasta un 50 por ciento más que en la versión de dos dimensiones). Recientemente se ha producido en España el curioso fenómeno de que la película con más espectadores y la de mayor recaudación no fueran la misma.

Sin embargo, la tecnología 3D no sólo ha llegado a las salas. Los televisores y ordenadores 3D comienzan a venderse a precios casi normales. Y existe un canal específico de Canal Satélite Digital que emitirá con esta tecnología. De hecho, ya está retransmitiendo así algunos partidos del actual Mundial de fútbol (sí, están jugando un campeonato de este deporte actualmente en Sudáfrica, os lo juro).

Como ocurre casi siempre, la generalización de una tecnología provoca una modificación cultural. Si las tres dimensiones se imponen mayoritariamente, cambiará la manera de ver, producir y… escribir las películas y series. Al menos durante un tiempo, la fascinación por el invento llevará a que la ficción se llene de acción, persecuciones y elementos que asalten sorpresivamente al espectador.

Sin embargo, tengo mis dudas de que esta tecnología vaya a imponerse permanentemente y, sobre todo, de que vaya a generalizarse también en otros géneros más realistas y menos espectaculares (drama intimista, comedia romántica…). Grabar en 3D exige un gasto suplementario (y verlo exige unas gafas especiales) que creo que no está muy justificado en algunos géneros cinematográficos. Tal vez, incluso, esta versión digital de las tres dimensiones corra la misma suerte que la anaglífica (la de las clásicas gafas con celofán rojo y verde)  y acabe olvidada una vez pasado el fervor inicial. O, tal vez ocurra justo al contrario y, a partir de ahora, ver cualquier película o serie en dos dimensiones empiece a resultarnos poco natural y anacrónico.

Es difícil apostar en plena oleada de cine en tres dimensiones pero… mi impresión es que esta tecnología va a utilizarse principalmente en películas de acción, terror y, sobre todo, de animación. También pienso que, dentro de unos años, más que la reintroducción del cine en 3D, agradeceremos que “Avatar” ayudara a renovar los cines. Ojala los proyectores de vídeo digital que se han instalado gracias a la obra de James Cameron sirvan en el futuro para proyectar pequeñas películas que ahora no pueden exhibirse, en parte, por el gran coste que supone realizar y distribuir copias en 35mm.

18 comentarios en «¿UNA NUEVA DIMENSIÓN?»

  1. Pianista en un Burdel

    Cuando oigo que el 3D va a cambiar la forma de escribir no puedo evitar acordarme de que, hace doce o catorce años, todo el mundo avisaba de que Internet iba a traer un nuevo lenguaje.

    Ajá.

  2. El problema real es que muchos no encontramos la “novedad”… esta es una tecnología con la que, de una forma u otra, dan la brasa cada 15 años desde la década de los 40 (!). Y hace no mucho (a finales de los 80) hubo otro “boom” que incluso propició la aparición de sistemas domésticos en 3D (había juegos de la NES y películas VHS preparadas para este formato).

    Lo curioso es que los cines Imax desarrollaron en los 90 un 3D muchísimo más real que el sistema que están utilizando ahora, pero lo desecharon por ser muy caro. De forma que no sólo pretenden imponernos las tres dimensiones es que, encima, son tres dimensiones muy mejorables.

    Dudo que el cine en 2D esté muerto. ¡Si acaso, hasta que inventen los largometrajes holográficos!

  3. Yo además creo que Avatar hubiera sido un pelotazo sin el 3D. Quizás menos pelotazo (tanto menos entradas como más baratas), pero no creo hubieran tenido problema recuperando la inversión.

    Igual que el Truño de Titanes no lo ha petado en 3D, igual que no lo hubiera petado en 2D.

    A mí el 3D no me gusta, principalmente, por motivos puramente subjetivos: me resulta falso, un truco que hace más difícil que me meta en la película. Quizás a una posible generación criada con el cine en 3D le pase lo mismo con el 2D, claro…

    También por motivos menos subjetivos: tiende a rebajar mucho la profundidad de campo, y al final sólo puedes mirar a una parte de la pantalla (lo que “sobresale”), porque el resto está muy desenfocado. Esto no sé si será cuestión de aplicar la técnica de otra manera.

  4. Dani te respondo a lo de si se impondrá o no, con una “frasecita” clásica, rematada años más tarde por un colega genial y vertida aquí en algunas entradas:
    “Solo sé que no sé nada”, o lo que es igual: Nunca se sabe… !

  5. Parece que cada vez que la asistencia a salas se ha visto comprometida (aparición de televisión, VHS, DVD, Internet, Cine en casa…), la industria vuelve al 3D como intento de diferenciarse en el sector. Y parece que la diferencia esta vez, podría ser un intento de extender la Televisión en 3D.

    Aquellos 90 con el “final” de Freddy Krueger en 3D… total naa.

    1. Bueno, de hecho ya anuncian una TV que permite visionar en 3D, ayer mismo vi el anuncio, aunque no recuerdo la marca. Claro que no se decía si las gafas venían con el equipo.

  6. El 3D tiene un inconveniente, en mi opinión. Es algo muy básico pero fundamental. Las gafas. Un objeto con el que no todos están familiarizados. Y para el que se necesitan varios minutos, demasiados, de adaptación. Molestia, cosquilleo en la nariz, gente que utiliza gafas y lleva fatal llebar otras encima, … Propósito: solucionar el problema de las gafotas. Son imposibles y te impiden entrar en la peli desde el principio.

  7. El rodaje en 3D no sólo supone un gasto suplementario. Más o menos dobla el presupuesto, que no es poco. Además, no todos los espectadores pueden ver una proyección en 3D sin problemas, pues algunos defectos físicos de la persona, junto con la ubicación en la sala, el hecho de que las gafas sean polarizadas o electrónicas y qué sé yo qué más cosas influyen en que a uno le den o no mareos o dolor de cabeza mientras ven la película.

    Hace años que se dice que Spielberg trabaja en un sistema 3D sin gafas. Ya veremos. Hace también años que a mi me da por pensar que el futuro del cine radicará en la realidad virtual, aunque todo eso me suena a volver a los inicios: el cine se convertirá en un mero entretenimiento sin afán realmente narrativo para las masas. Los que quieran ver algo “de más clase”, al teatro o a la ópera. O a ver series en tv, quién sabe.

  8. En mi opinión, lo que más hará peligrar la imposición del 3D serán cuestiones tangenciales a la peli en cuestión. A veces la gente quiere darse el lote en el cine, o comentar las escenas con el colega de al lado, o llegar a su casa destrozada tras el trabajo y tirarse en el sofá (con su edredón, su caféo su cerveza) para que le cuenten una historia sin que el tiburón amenace con morderle de verdad. A mucha gente le gusta que el cine esté encerrado en una ventanita rectángular, como los malos prisioneros de Superman. Creo que eso lo hace más inofensivo en muchos sentidos.

    1. O sea que antes de que el tiburón se te siente encima, el grito de ¡Socorro! se te ha metido ya en el cerebro. No sé si lo veo muy claro. Aunque es muy interesante lo que se dice aquí parece dificil que se generalice el 3D, al menos hasta que tecnicamente sea posible verlo sin acabar majara. Estuve trabajando unos par de años para el Imax de Barcelona a través de una productora y lo cierto es que la sensación más bien era de lo dificil que les resultaba atraer al público, claro que entiendo que no es lo mismo que se comenta, ya que llenar esas megas salas en el quinto pino tiene su aquel. Pero bueno, lo cierto es que la sensación de todo lo que rodeaba el 3D era más bien de ranciedad, y mira que le echaban ganas y dinero.

      También fui a ver Avatar, que me dormí, y recuerdo que las dos colas simultáneas en 2D y 3D eran similares… quizá por el efecto disuasor del mayor precio de la segunda, también es verdad.

  9. ¿Y que pasaria si el 3D se convierte en norma y todas las peliculas y series de los proximos años fuesen con esta tecnologia?Pues que las pantallas de ordenador y los televisores tambien serian en 3D(ya se estan vendiendo) y las descargas tambien conseguirian adaptarse a ello,y la gente seguiria bajandose las peliculas para poder verlas con 3D y las comodidas de su propia casa sin gastarse el dinero en una entrada mas cara de lo que era habitual,volviera a bajar el numero de espectadores que van al cine y acabarian como estabamos hasta ahora,y aunque sacasen otro invento solo para salas de cine los “pirata” acabarian adaptandolo y los ingresos de las salas seguirian igual,porque el 3D no es el futuro,son las mismas peliculas de siempre pero tirandote cosas a la cara,lo que si ha cambiado es la distribución y el futuro pasa por internet,por las grendes distribuidos adaptandose a la red.

  10. Es probable que la tecnología tanto de rodaje como de visionado evolucione hacia versiones más baratas y manejables… y entonces sacarán monitores 3D y la gente volverá a bajarse las películas de internet en lugar de ir a verlas al cine. Y es que todo esto ha pasado antes…

    Sería revolucionario que gracias a haber cambiado a proyectores digitales se terminara la posición de fuerza que da el número de copias que estrena una película pero, al menos por provincias, sólo se ha modernizado la sala destinada a proyectar lo-que-sea-en-3D. Es decir, los bombazos de la temporada y, entre uno y otro, relleno rodado a toda prisa con ese objetivo como Scar 3D.

  11. “tengo mis dudas de que esta tecnología vaya a imponerse permanentemente y, sobre todo, de que vaya a generalizarse también en otros géneros más realistas y menos espectaculares (drama intimista, comedia romántica…).”

    Pues acabo de leer que J.L. Garci quiere hacer “La Regenta” en 3-D y como dijera M. Fontdevila con ese título no imagino presecuciones a tiros ni escenas tórridas en el yakuzi.

    O igual es una de terror; yo por lo menos ya estoy temblando

  12. Respecto a conseguir un 3D din gafas ni proyectores especiales, en España tenemos los experimentos que realizó José Valdelomar desde 1928, la visión tactil, la pictoluminica o el desbordamiento apanorámico de la imagen.

    Aunque es verdad que solo se ha usado en el ambito del cine experimental porque necesita una concepción de plano muy concreta, es por recordar que las tecnicas vienen de muy lejos (en el tiempo, por que el era de Granada)

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