Teo Palomo está por cumplir tres años trabajando en el departamento de I+D de Cuarzo, una de las productoras de entretenimiento más importantes de España: ya son más de 18 años los que llevan dentro de la industria. Aprovechando que en Cuarzo están preparando La Isla de las Tentaciones (formato que ya se ha adaptado a 18 países), hemos podido debatir con Teo acerca de las particularidades del trabajo del guionista de I+D, así como de todo lo relacionado con el formato actual de entretenimiento, sus tendencias y el constante aumento de su audiencia.
¿En qué consiste el día a día del trabajo de un guionista en un departamento de I+D como el tuyo?
Nuestro departamento es muy pequeño (solo somos dos) y siempre hay trabajo que hacer. Podría decir que nuestras tareas básicas en el área de I+D son idear formatos nuevos y preparar los documentos de venta para presentarlos en cadena.
Sin embargo, al formar parte de un grupo internacional como Banijay, también nos encargamos de adaptar formatos del catálogo (programas que se han hecho en otras empresas extranjeras del grupo) para venderlos aquí en España. Además, luego hay mil encargos más que nos llegan día a día: pensar nuevas ideas para actualizar programas que ya están en antena, analizar tendencias, preparar una escaleta para algún posible formato e incluso, en algunos casos, el guión del piloto.
En nuestro caso, también nos encargamos del área Internacional, por lo que estamos atentos a qué se hace en el extranjero y opcionamos los derechos de los formatos que nos gustan para tratar de venderlos aquí.
¿Qué conocimientos crees que son necesarios (sean o no de guión) para que un guionista pueda desarrollar su trabajo en I+D de una manera adecuada?
Lo más importante es ser muy curioso. Hay que ver, leer y escuchar muchísimo. Todo tipo de prensa, de programas, de música, de series, de videojuegos… Estar en I+D significa que el trabajo no termina en tus horas de oficina, siempre hay que estar con los ojos y los oídos abiertos: mientras lees un artículo, ves una peli, tomas algo con un amigo…
Entendemos que, en una rama de la profesión como la tuya, la capacidad de reacción, adaptación a las necesidades de cada momento e incluso de reescritura sobre el contenido ya creado es imprescindible. ¿Crees que hay una forma de aprender a ser más flexible en este aspecto?
Es el día a día el que te enseña a ser flexible. Nosotros estamos reescribiendo y reformateando constantemente; en ocasiones porque la cadena quiere cambios, en otras porque la tendencia ha cambiado y ya no es actual, y en otras muchas porque hay un presentador o elemento nuevo al que hay que ajustarse. A veces reformateas tanto una idea que al final no tiene nada que ver con la original. Estamos muy acostumbrados.
Suponemos que, también, el estrés que se genera entre mercados y ferias de contenido, rodajes y escritura de nuevos formatos debe ser considerable. ¿Cómo se gestiona el estrés en una profesión tan dinámica?
Con pinchos de tortilla de La Primera, el restaurante que hay debajo de nuestra oficina, que sirve la mejor tortilla de Madrid. La verdad es que tenemos picos de mucho estrés (mercados, arranques de programa, presentaciones a cadena…) pero sarna con gusto no pica.
La profesión del guionista se basa, en gran medida, en la creatividad. Suponemos que en un departamento como en el que trabajas la innovación es, si acaso, más imprescindible. ¿Tenéis algunas rutinas que os ayuden a fomentar un clima de trabajo donde se potencie la creatividad?
Siempre que podemos y los picos de estrés nos lo permiten, tenemos una sesión de creatividad, donde cada uno se inventa juegos para idear formatos; por ejemplo: en tres minutos, pensar tres formatos de entretenimiento basados en las tres series más famosas del momento. Hay cien ejercicios de ese estilo. Es muy divertido y salen cosas muy locas pero también muy interesantes.
Pese a que los tiempos han cambiado, en ocasiones sigue existiendo la creencia de que el formato de programa televisivo es un género menor al de la ficción. ¿Qué le dirías al espectador (y al guionista) que no se ha acercado a este género para que le diera una oportunidad?
La ficción te puede llevar a universos e historias increíbles e inalcanzables, pero el entretenimiento (los programas de televisión) tiene una verdad que no tiene la ficción: lo que estás viendo le está pasando de verdad a una persona, no es un actor.
Si un concursante llora porque ha ganado 50.000€, llora porque de verdad lo siente, porque se imagina lo que va a solucionar con ese dinero y eso el espectador lo percibe. Si en un reality un participante tiene celos porque su amante habla mucho con otro, puedes identificar esos celos, esos gestos, esas miradas porque todos hemos estado ahí.
Es una verdad que, si una película es muy buena, podrá llegar a transmitir, pero que es inherente a los personajes de un programa de entretenimiento.
En el plano más técnico, el guión de entretenimiento se estructura en muchas ocasiones de la misma manera que el de ficción. En un reality también necesitas crear personajes y tramas, y en edición tienes que aferrarte a ellas para enganchar al espectador. Pero no solo ahí: en un concurso, por ejemplo, tienes que estudiarte al concursante y sacar su historia. Desde luego hay un trabajo de creación de personajes (con una base dada) muy interesante y entretenido.
A su vez, tú que eres un guionista que ha trabajado en las dos vertientes, ¿en qué crees que puede beneficiar al guionista de ficción escribir programas, y al guionista de entretenimiento escribir ficción?
Como guionista de entretenimiento aprendes a ser más rápido, porque los tiempos de grabación son más ajustados y eso te ayuda a ser más práctico, detectar rápidamente qué es lo bueno y lo interesante. Como guionista de ficción aprendes a recrearte en los detalles, puedes escribir con más mimo, complicarte más y buscar siempre la sorpresa.
En muchas ocasiones, quizá por una falta de acercamiento al género, podemos pensar que el formato de programa de televisión se queda en Sálvame o Gran Hermano, que son, probablemente, algunos de los programas más extendidos y conocidos, pero la realidad es que, a día de hoy, casi existe un programa distinto para cada tipo de espectador. ¿Cuáles son los programas más excéntricos o que puedan salirse de lo más común que han pasado por vuestro departamento?
Ese pensamiento es muy limitado. El entretenimiento no son solo realities o magazines. Tienes factuals, talents, concursos, physical challenge… el abanico es tan amplio que encuentras formatos desde lo más ligero a lo más denso, sobre sexo, ciencia, paternidad… Hay para todos los gustos y sobre todos los temas, de verdad. En cuanto a excéntricos, los japoneses y los coreanos se llevan la palma; recuerdo uno que consistía en jugar al pilla-pilla dentro de una casa con drones.
En este mismo aspecto: a tu juicio, ¿dónde se arriesga más actualmente a la hora de buscar contenido rompedor con lo establecido, en ficción o en formato de programa televisivo?
Los formatos de entretenimiento y las series siguen normalmente la tendencia del momento. Por eso ahora mismo encontramos cien programas derivados de Ven a cenar conmigo y tantas series de policías mujeres investigando asesinatos. Sin embargo, creo que se arriesga mucho más en entretenimiento y factual porque, a fin de cuentas, es más barato que la ficción.
En televisión, la actualidad manda. ¿Cómo de importante es en un trabajo como el tuyo conocer las tendencias sociales que predominan en cada momento?
Hipernecesario.
¿Y cómo consigues avanzarte a los deseos del espectador? Es decir, ¿cómo detectas que un programa original puede tener su hueco en parrilla?
Estando muy atento a las tendencias y a qué triunfa en otros mercados. En nuestro caso, al pertenecer a una empresa internacional, tenemos la ventaja de recibir informes diarios de qué se estrena y qué funciona en el resto del mundo. Aun con todo, hay que conocer bien el mercado español. Que algo funcione fuera no significa que vaya a triunfar aquí.
Relacionado con la anterior, una pregunta complicada ahora: ¿crees que es la televisión la que crea el gusto del espectador por un tipo de programas, o es el espectador el que demanda cierto contenido?
En mi opinión, creo que el espectador demanda un tipo de contenido y que no hay un ente malvado que nos obligue a ver un determinado estilo de televisión. Un ejemplo reciente: la última edición de GH Dúo ha arrasado. Da igual el día que lo pongan (lo han puesto ya en cuatro días distintos de la semana) y lo que echen en otras cadenas (series, talents y cine), nada puede combatirlo. Quizás la gente quiere ver GH Dúo. La realidad es que es más fácil engancharse al entretenimiento. No requiere que prestes tanta atención. Puedes verlo mientras preparas la cena o te haces la mochila, puedes ir al baño sin perderte nada de la trama, y algo que decían nuestros profesores en el máster de guión (aquí debes explicar que fuimos compis de clase) y es la pura verdad: puedes estar mirando el móvil y enterarte de lo que pasa sin problema.
De los programas en los que has participado en su creación, ¿alguno del que guardes especial cariño?
En el departamento estamos constantemente creando formatos, y aunque la mayoría de ellos se quedan en el papel hay uno que me dolió especialmente que no llegase a hacerse. Era un concurso con una idea muy original (e incluso un poco controvertida) que me encantaría haber visto en pantalla y del que no te puedo decir más (lo siento).
Y de los formatos que no hemos creado pero sí producido, le tengo mucho cariño a Singing in the car, porque fue mi primera experiencia completa como guionista en un programa de entretenimiento.
Por Àlvar López y Carlos Muñoz Gadea.
Como él mismo dice: sarna con gusto (o I+D, menudo invento) no pica.
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