Por David Muñoz
¡Muy buenas Bloguionistas!
Primero, felicidades por vuestro blog, tan interesante como instructivo. Leeros brinda buena compañía.
Veréis, sé que es algo que suele ocurrir a los guionistas. El verano pasado surgió en mi cabeza una idea. Básicamente, y basándome en una serie de experiencias que me ocurrieron, decidí llevar lo que hubiera podido ocurrir al extremo.
En dos meses fueron llenándose las páginas. Escribir, borrar, cambiar, reescribir, idear nuevos conflictos y nuevas reacciones. En fin, lo normal. Pero poco a poco, y a tan sólo una única escena de completar el guión del largometraje, comencé a ser invadido por pensamientos preocupantes.
Hablo de la desesperante y progresiva pérdida de valor que pierde la idea y el guión, sólo por el hecho de haber sido tan trabajada y ‘manoseada’.
¿Esa desvaloración es real? Como dice Syd Field, ¿es recomendable entonces tomar distancia y retomar el trabajo más adelante? Porque, por otra parte, no quiero sentir que pierdo el tiempo.
Un saludo y gracias.
Julio
Hola Julio,
No te preocupes. Lo que te está pasando es normal. De hecho, lo raro sería que no te pasara. Mientras escribes un guion, siempre hay un momento (o varios) en el que te preguntas: “¿Pero qué interés tiene esto?”. Es inevitable. Cuanto más piensas en una historia, más ves sus defectos, y cuanto más tiempo pasas trabajando en ella, más te das cuenta de que lo más probable es que nunca llegue a parecerse a esa versión ideal que tenías en la cabeza antes de empezar a escribir. Quizá eso es lo más difícil: asimilar que, si bien puede que profundizar en tu material haya acabado llevándote por otro camino, eso no quiere decir que al lugar al que has llegado no sea igual de interesante o más.
Y bueno, que con las historias pasa como con los chistes: la primera vez que te cuentan uno a lo mejor te partes de risa, pero después de escucharlo diez veces ya es difícil que te siga haciendo gracia.
Aunque cuidado, también puede ocurrir que el guión en el que estás trabajando no merezca la pena. Pero eso solo puedes valorarlo tú. En un par de ocasiones yo me he dado cuenta de que la historia no funcionaba cuando ya había escrito la primera versión del guión. Es muy difícil valorar objetivamente lo que escribimos. No somos los mejores jueces de nuestro trabajo.
En todo caso, Syd Field tiene razón: lo mejor que puedes hacer es dejar descansar el guión unos días (dos semanas me parece un tiempo razonable) y volver a leerlo después. Estoy seguro de que lo verás con un poco más de distancia y entonces podrás decidir si lo que pasaba es que estabas cansado o que esa historia no merece la pena.
Hola chicos, los sigo desde hace un tiempo, me informan muchísimo sobre esta apasionada profesión. Escribo desde Buenos Aires con una consulta que no sé si la han
tenido antes. Escribí un guión sobre un hecho policial que en parte es basado en hechos reales. Hasta ahí todo bien, pero luego descubrí en Internet que el ‘modus operandi’ de los delincuentes/personajes del guión es muy similar en todo el mundo. Es decir, descubrí muchos post de blogs, redes sociales, foros, de personas de todo el mundo con una experiencia más o menos similar a lo que sucede en la historia que escribí. Quisiera saber qué debo hacer respecto a los Derechos de Autor de mi guión: Estoy protegido por haberlo registrado, ¿o voy a tener una avalancha de juicios cuando la película se haga realidad? Además, debo agregar que cuando alguien publica algo en un foro la propiedad intelectual sobre ese post pertenece a la página y no a su autor, pero también la propiedad intelectual de una página de Internet pertenece al diseñador y no solamente a su dueño. Estoy totalmente confundido y sería genial que puedan ayudarme con esto. Sigan así, ¡un abrazo grande!
Lucho
Hola Lucho,
No sé si voy a poder servirte de mucha ayuda. Este es un blog de guionistas, no de abogados especializados en propiedad intelectual. Pero bueno, voy a contarte lo que sí que tengo más o menos claro respecto a lo que preguntas.
Como bien sabes, las ideas (o más bien los conceptos), no pueden registrarse. Por ponerte el primer ejemplo que se me ocurre, esa es la razón por la que pueden estrenarse al mismo tiempo dos películas con una premisa similar (“Armageddon” y “Deep Impact”, por Ej,) sin que una se considere un plagio de la otra. Lo que se registra es el desarrollo de ese concepto. Lo que importa son los detalles. El cómo y no solo el qué. Vamos, que si tuvieras dinero para producirlo, mañana podrías rodar tu propio “Titanic” mientras no usaras los personajes de la película de James Cameron. Dicho de otra manera: lo genérico no es registrable, lo específico, lo que hace que tu historia sea tuya, sí.
Por otra parte, es normal que un guionista se inspire en la realidad para escribir, y más si tiene que describir algo como el “modus operandi” de unos delincuentes. Si a mí mañana me encargaran escribir un guión sobre, yo qué sé, unos butroneros por Ej., lo primero que haría sería leer toda la información que pudiera encontrar sobre cómo trabajan. Y la utilizaría, claro. Pero eso no quiere decir que estuviera plagiando nada.
De manera similar, algo real puede servirte de inspiración, pero si en el camino te alejas tanto de los hechos originales que resulta casi imposible saber qué has partido de ahí, tampoco estás incurriendo en ningún tipo de delito.
Así que por lo que cuentas, no vas a tener ningún problema legal por haberte inspirado en un hecho real.
Lo que no sé es qué tiene que ver lo primero que preguntas con lo que planteas luego respecto a los derechos de autor de tu guión. Es tu guión, y los derechos que genere en el caso de que llegue a rodarse siempre serán tuyos (y no solo por haberlo registrado, aunque no está de más ser prudente y hacerlo). Pero de lo que nunca te va a proteger el registro es de una demanda por plagio en el caso de que hubiera motivos para ello. A ver si te lo explico mejor: registrar tu obra ayuda a evitar que te plagien, pero no te exime de responsabilidad si el plagiador eres tú.
Luego, lo que cuentas sobre foros, páginas, etc. no sé qué tiene que ver con escribir un guión, son asuntos totalmente distintos.
Verá, tengo una pregunta. Me estoy iniciando en el mundo -tengo 14 años- haciendo mis propios cortometrajes, escritos por mí, así como escribiendo guiones de series y algún que otro largometraje. Y mi pregunta es, ¿siendo menor de edad, o sea, con mi edad, podría vender una serie de televisión o el guión de algún largometraje?
Un saludo.
Carlos
Bueno Carlos, ante todo tengo que decirte que me has dejado con la boca abierta con esto de que con 14 años has escrito ya guiones de serie y “algún que otro largometraje”. Sean buenos, malos o regulares, la verdad es que ya es la leche que tengas claro a esa edad que quieres dedicarte a esto. Y que además hayas trabajado tanto.
Por supuesto que podrías vender tus guiones.
Te recomiendo que eches un vistazo a esta página, en la que se explica bastante bien las condiciones en las que un menor puede firmar un contrato y trabajar: http://www.problemaslaborales.com.ar/menores.htm
Pero sí te da pereza leerla entera, te cuento lo más importante: hasta los 18 años (o hasta los 16 en el que caso de que por entonces ya estés emancipado), si firmas un contrato tienes que hacerlo con la autorización de tus padres. Y ya sería raro que un padre se negara a que su hijo vendiera un guión de cine o de televisión.
Eso sí, recuerda que vender un guión no es nada fácil y el hecho de que no lo consigas no significa nada ni debe desanimarte, ¡y menos a tu edad! Sigue escribiendo, mejora, aprende, y tarde temprano acabará ocurriendo.
¡Suerte!
Hola compañeros, os escribo para el eterno dilema de las cantidades que pedir como honorarios de la venta de guiones. Si pudierais darme alguna orientación os lo agradecería infinitamente, ya que en este sector de la animación conozco algunos baremos, pero no he trabajado de forma remunerada hasta ahora. Se trata de una serie de animación infantil, con una duración de 11-13 min por capítulos. Aún está en proyecto y hay alguna tv interesada pero nada en forme. ¿Qué cantidad creéis que es razonable pedir por capítulo? Yo he elaborado también la biblia, argumento, personajes, etc… ¿Se cobra aparte? ¿Alguna sugerencia de cantidad?
Gracias de antemano.
Un saludo
Luis
Hola Luis, dado que yo no sé contestar esta pregunta, le pedí que lo hiciera a un guionista de animación. Esta es su respuesta:
Hola Luis.
Soy Daniel Sánchez, guionista de la mayoría de los capítulos de la serie de animación “Jelly Jamm”. Te doy mi opinión sobre lo que planteas. ¡Espero que te pueda servir!
Desgraciadamente no existe -o al menos yo no la conozco- una lista de precios que pueda ser aplicable al mundo de la animación. Ten en cuenta que la animación abarca todo tipo de técnicas y la inversión no es la misma para una animación 2D que para una 3D o para una en Stop-Motion. Aunque estén bajo el mismo paraguas son producciones completamente distintas en todos los sentidos. Además, en el mundo de la animación la mayoría de productoras que tienen en marcha un proyecto de gran presupuesto suelen contratar guionistas Americanos porque así es más fácil de vender a nivel internacional. Es triste que sea así pero… ¡es la realidad del mercado! Así que mi consejo sería el que te hagas una composición sobre la inversión que se puede hacer en la serie, la complejidad que te supondría escribir esos guiones y reclames un presupuesto razonable por tu trabajo.
La segunda parte de la pregunta es más fácil de contestar: Sí, la biblia se vende por separado. Aunque, una vez más, el precio debes marcarlo tú en base a tu percepción sobre el proyecto.
Siento no poder darte unas cifras concretas a las que atenerte pero, como ves, las variables entre un trabajo y otro son enormes.
¡Un abrazo!
Pues…Menuda ayuda. Te preguntan cuanto tiene que cobrar por capítulo y tu le dices “manzanas traigo”. Y eso después de presentarte como el que escribe muchos capítulos de Jelly Jamm. Estamos de acuerdo en que cada proyecto es diferente pero coño…
Kabongo es fruto de la imaginación de Pierre Sauvalle, que creó Pictoon en 1998 junto con la actual codirectora del estudio, la empresaria senegalesa Aïda Ndiaye. Sauvalle trabajó ocho años en empresas francesas de producción tras graduarse en París en una famosa escuela de animación, Les Gobelins. Pero siempre tuvo ganas de volver a África para empezar a crear producciones africanas. Con ese fin contrató a autores africanos y franceses para escribir el guión de Kabongo, pero la verdadera historia, la animación, los colores y la edición corrieron todos a cargo de Pictoon en Dakar. Lo único que se hizo en Francia fue todo el trabajo posterior a la producción (por ejemplo, todo lo relacionado con el sonido).
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