Por David Muñoz
En los comentarios sobre mi entrada de hace unas semanas sobre lo difícil que es venderle un proyecto de serie de televisión a una cadena, dije algo así como que pese a lo mal que estaba todo, había razones para un cierto optimismo. Y creo que es cierto. Porque si bien el panorama actual es desolador, sí que están pasando cosas, especialmente en la industria del cine, que me parecen positivas.
Lo malo es que muchas de esas cosas pasan por emigrar.
Lo bueno es que gracias a Internet, emigrar ya no es lo que era.
Eso sí, vaya por delante que no es mi intención escribir un texto del tipo “toda crisis es una oportunidad”, etc. Más que nada porque a mí esa forma de pensar me repatea. Y me parece muy cínica cuando viene de alguien a quien le va más o menos bien (¡que fácil es llamar al optimismo desde la tranquilidad!). Las crisis a veces se te llevan por delante, y cuando quieres o puedes reaccionar estás sin casa, sin pareja, y muerto de asco. Eso no quiere decir que crea que cuando las cosas van mal lo que haya que hacer sea dejarse llevar. Al contrario. La única alternativa es esforzarse el doble que antes. Sí eres guionista, eso supone ponerte a escribir como loco y no parar de generar proyectos, confiando en que alguno de ellos te proporcione esa “oportunidad” que necesitas desesperadamente. Pero si las circunstancias te han llevado al pozo, no le veo el sentido a intentar convencerse a uno mismo de que en el pozo en realidad no se vive tan mal.
Ah, de lo que voy a hablar es de la nuevas posibilidades que se están abriendo para ganarse la vida con esto. Si me limitara únicamente a abordar el asunto desde el punto de vista creativo, solo habría sitio para el optimismo. En ese sentido estamos en el mejor momento de la historia. Nunca ha sido tan fácil contar historias con imágenes, rodar un corto e incluso una película (otra cosa es conseguir que luego la vea alguien).
La realidad laboral no es tan positiva: se produce muy poco cine, y entre unas cosas y otras menos que se van a producir; tenemos un gobierno al que no solo le da igual que la industria audiovisual se desmorone, sino que parece disfrutar inventando leyes que nos lo ponen aún más difícil; y por razones demasiado complejas como para abordarlas en esta entrada, se hacen pocas series de televisión y mis amigos productores me dicen que cada vez es más difícil que las cadenas se arriesguen con nuevos proyectos. El resumen es que hay poco trabajo para los guionistas. O por lo menos mucho menos del que ha habido durante la pasada década (aunque por Ej. mucho más, sin embargo, del que había cuando yo tenía 25 años; pero eso es otro tema). Pero al mismo tiempo hay muchísimos más guionistas. Cientos de estudiantes de la ECAM, de la ESCAC, de escuelas, de másteres, etc. se gradúan cada año. Y todos ellos se preguntan en qué van a poder trabajar durante los próximos años.
Pero se pueden hacer cosas. Y más si eres joven y no tienes una familia que mantener. Eso sí, hace falta talento, capacidad de trabajo e iniciativa. O sea, como en cualquier otro trabajo. Nada es fácil nunca.
-La más importante es que un guionista español no está limitado al mercado español. Ya no es tan absurdo pensar en que un guionista de aquí pueda acabar escribiendo una película en Estados Unidos o en cualquier otro país (me refiero a una película que no dirija el director español con quien ese guionista forme pareja creativa; al que no lleve de la mano “su” director). Por otra parte, tampoco es tan descabellado tratar de conseguir un agente que mueva fuera tus proyectos.
Por ahora, aunque somos bastantes los guionistas españoles que hemos escrito películas estrenadas internacionalmente, lo hemos hecho trabajando para productoras españolas a precios españoles. Y no es lo mismo.
Eso sí, si lo que quieres es dar el salto a Los Angeles, más vale que estés dispuesto a pasarte media vida metido en un avión, y además, pagándolo tú (de modo que, o eres un guionista de éxito en España, o tienes otro trabajo que te subvenciona la aventura, o cuentas con una pareja o una familia muy generosa). Y no hay que engañarse ni hacerse cuentos de la lechera. Es tremendamente difícil conseguir lograr un guion en cualquier parte. Pero es otra vía. Y mucho más realista de lo que parece.
Hace años, en el mundo del cómic parecía imposible que hubiera dibujantes trabajando para Marvel o DC. Pero después de que lo consiguiera el gaditano Carlos Pacheco (que además se ha convertido en una superestrella del cómic de superhéroes norteamericano) lo que una vez pareció imposible pasó a convertirse en algo normal. Ahora mismo, hay decenas de dibujantes españoles trabajando para los EEUU.
Lo que no hay es casi guionistas de cómic que hayan dado el salto, ¿por qué? Pues por el idioma. Para dibujar no hace falta saber inglés, pero sí que hay que saberlo para escribir. Aún así, ya hay un guionista de cómic español, El Torres, trabajando con regularidad directamente para el mercado yankee.
Además, no todo es Norteamérica. También hay decenas de dibujantes españoles trabajando para el mercado del cómic francés. Y un buen puñado de guionistas (entre los que me cuento). Precisamente mi último trabajo para la editorial francesa Humanoides, Le Terre des Vampires, se va a publicar de forma simultánea en Francia y en Estados Unidos (y será editada posteriormente en varios países). Y gracias al anterior, Le Manoir des Murmures, se ha puesto en contacto conmigo un director francés con el que he empezado a desarrollar un proyecto.
Fuera los complejos. Gracias a J.A.Bayona, a Sergio Sánchez, a Paco Plaza y Jaume Balagueró, a Guillermo del Toro (os aseguro que muchos productores no tienen muy claro si es español, mejicano, o qué) y a muchos otros, los españoles –especialmente los que nos dedicamos a escribir historias de género- tenemos mucha mejor imagen fuera de España que aquí.
De modo que, a estudiar inglés (yo me relaciono con mis editores franceses en ese idioma, ya que no sé francés) y a intentarlo.
-Luego, no todo es el inglés (o el francés). En los últimos años ha pasado algo que hasta hace nada era impensable: de pronto, varios países latinoamericanos han empezado a invertir en cine y parte del dinero se está gastando en coproducciones con España. Ahora mismo, hay dos proyectos míos que de salir será gracias a que sean apoyados en Colombia y en Brasil. Y por lo que sé ya son varios los productores que están explorando esa nueva vía de financiación. Quién nos iba a decir a nosotros que se daría la vuelta a la tortilla de esta manera.
-Todo esto me lleva a algo mucho más importante: aunque les está costando, la forma de pensar de muchos productores que hasta ahora habían sacado adelante sus proyectos de la forma tradicional (o sea, dependiendo casi totalmente de vender las películas a una televisión y de las ayudas estatales), está cambiando poco a poco. En este caso sí que es cierto que la crisis está ayudando a avivar el ingenio. Un amigo productor que me pide que no mencione su nombre, me dice que “aún así, sin vender los derechos a una televisión o el apoyo del estado, es prácticamente imposible sacar adelante un proyecto de presupuesto medio”. Pero al menos, se están dando los primeros pasos para que el no tener a una televisión o una subvención no signifique la muerte súbita de un proyecto. Y aunque por muchas razones yo sí que creo que el estado debe invertir en la industria audiovisual de su país (igual que invierte y apoya a otras), me gusta imaginar un futuro en el que una película pueda llegar a los cines sin tener que contar con la aprobación del comité de una cadena de televisión.
Siguiendo con ejemplos míos (que al fin y al cabo son los que mejor conozco), en este momento estoy escribiendo un guión de largo coproducido por una empresa española y una canadiense. De hecho, la idea es que se ruede allí. Y un amigo va a conseguir rodar por fin su segundo guión de largo gracias a que la película -coescrita por un español y un norteamericano-, ha encontrado dinero nada menos que en Alemania.
Muchas cosas que parecían imposibles ya no lo son.
Por supuesto, esto no es algo nuevo. Se ha hecho muchas veces a lo largo de la historia de nuestro cine y por Ej. ha sido el modelo de producción utilizado por Filmax en muchas de sus películas. Lo que me parece importante es que ya no se vea como algo exclusivo del cine de terror y que sean muchos más los productores quienes están empezando a entender que puede merecer la pena llevar los proyectos a los mercados internacionales y buscar financiación de fuera. Lógicamente, es más difícil conseguir vender una comedia, por Ej., cuyo “target” es en teoría algo más localista, que una de zombis. Pero tampoco me parece algo impensable. No creo que nadie dude que un nuevo proyecto de los directores de Intocable pueda ser vendido en muchos otros países, por muy “francesa” que sea la película.
Y de nuevo: fácil no es (nada lo es). Pero es, también, otro camino. Una posibilidad.
-En realidad, de la televisión poco puedo decir que no haya dicho ya aquí antes*. Hablo con amigos productores ejecutivos y me dicen que sí, que con la crisis la inversión publicitaria ha bajado, que hay formatos mucho más baratos y rentables que las series, y que contra eso es difícil luchar. Pero también me dicen que son ciclos, que no es la primera vez que pasa algo así, que ha habido momentos peores, y que se van a seguir haciendo series. Otra cosa es que el mercado pueda absorber tanto nuevo guionista como surge cada año.
Pensando en esto, muchas veces en mis clases me llama la atención que mis alumnos equiparan ser guionista a ser guionista de televisión, y no sé muy bien por qué. Pero ese es otro tema en el que no voy a enredarme ahora.
Ah, una cosa buena, en televisión, es por ejemplo que haya webseries que hayan acabado siendo rentables (aquí habla de alguna de ellas Chico Santamano). Pero como de eso ya han hablado aquí otros compañeros, lo dejo ahí.
Repito lo más importante: el guionista español ya no tiene que ser necesariamente un guionista de obras producidas únicamente en España.
No pone las cosas mucho más fáciles (es obvio que cada país, cada industria, cuenta con guionistas con cuyos proyectos debemos competir), pero todo lo que sea ampliar horizontes, y sumar posibilidades, me parece que anima a seguir escribiendo. ¡Aunque solo sea para que nos manden mails de cortesía en diferentes idiomas rechazando nuestros guiones!
Guionistas españoles escribiendo habitualmente coproducciones con Latinoamérica, cómics de la Marvel** o “blockbusters” hollywoodenses***.
Todo eso va a pasar, estoy seguro.
¿Quién será el primer “Carlos Pacheco” del mundo del cine****? ¿Luiso Berdejo? ¿Sergio G. Sánchez? ¿O será alguien que debute directamente allí?
Ya lo veréis, algún día, todos seremos, “Big in Japan”…
*De momento, escribir televisión americana o inglesa creo que está fuera de nuestro alcance. Pero… ¿quién sabe?
**En realidad esto ya ha pasado. Rafa Marín coescribió con Carlos Pacheco su etapa como dibujante en la serie Los Cuatro Fantásticos. Pero como en el caso del cine, me refiero a guionistas que trabajen allí sin llegar de la mano de un dibujante.
***Mi duda es si, dado que “Gru, mi villano favorito” está basada en un argumento del animador español Sergio Pablos, no podríamos decir que eso ya ha ocurrido. En el mundo de la animación hay españoles trabajando en Disney, Pixar, Dreamworks, etc. desde hace décadas.
**** Lo repito por si no ha quedado claro: me refiero a guionistas a secas, no a guionistas/directores. Por Ej. los hermanos Pastor rodaron su primera película, escrita y dirigida por ellos, “Infectados”, para una productora norteamericana.
Españoles escribiendo para series yanquis todavía no. Pero leyendo el post me he acordado de esta noticia. http://www.formulatv.com/noticias/27268/oxigeno-serie-creada-espanola-isla-producciones-desembarca-estadounidense-cw/
Ah, pues es interesante, aunque veo que es una serie escrita por una guionista americana. Eso es otro tema: hay -con perdón-, un puntillo algo paleto por parte de algunos productores españoles (no estoy diciendo que éste sea el caso, eh), que no se creen que podemos escribir películas o series destinadas directamente al mercado norteamericano. Paradójicamente, es más fácil a veces que nos contraten productores de allí. La realidad es que cualquier guionista español sabe tanto sobre la vida en Estados Unidos (y cómo se retrata en la ficción) que uno de Kentucky. Y para escribir los diálogos en inglés ya están los traductores/adaptadores. La verdad es que este es un tema del que sería interesante hablar en el futuro.
Genial post. Muy alentador. No me resisto a ponerlo: soy muy fan de tus referencias a problemas de pareja. Un post sobre eso ya. (¿Tan mal te ha ido?) ;)
Ja, ja… ¡la verdad es que no me había dado cuenta de que ponía tantas referencias a problemas de pareja! Pero sí, vaya, digamos que los últimos tres o cuatro años han sido complicados…
Genial post, David.
Una pregunta: Cuando escribes un cómic para una editorial francesa, y puesto que no hablas francés, ¿en qué idioma lo haces? ¿Lo escribes todo en inglés? ¿Diálogos incluídos?
Se me ocurre que una cosa es aprender un idioma extranjero como para comunicarse e incluso escribir acotaciones sin problemas, pero que escribir diálogos es un tema aparte. Hay matices y detalles que sólo se consiguen dominando el idioma al 100%.
¡Gracias!
Hola Sergi,
Escribo las sinopsis, tratamientos, escaletas, etc. en inglés, y los guiones en español. Luego el editor los traduce al francés. Normalmente el editor no invierte en un traductor hasta no tener claro que quiere publicar tu historia.
Gracias David por esta reflexión que me llega tan esperanzadora. Me quedo con muchas de tus frases como actitud vital diaria en estos tiempos de incertidumbre que corren:
-fuera complejos!
-Esforzarse el doble!
-Ampliar horizontes!
Pero sobre todo y como también dijo Bayona al ver el éxito de su peli: muchas cosas que parecen imposibles ya no lo son!
Te seguiré por aquí.
Es estimulante ver cómo perciben nuestro cine fuera, lejos de los prejuicios antisubvenciones, la manipulación partidista, etc. Eso ya solo anima.
Yo estoy empezando en esto del “guion world” y creo sinceramente que no es cuestión de que haya que quitarse complejos. Pienso que es una cuestión de tener una historia que interese. Por supuesto que debe añadírsele dosis de suerte, de ser “insistidor”, de algún contacto adecuado… pero juraría que en esencia, si nohayuna buena historia que respalde todo eso… no hay ná que hacer. ¿USA? ¿Por qué no? ¿UK? ¿Por qué no?. Un buen proyecto creo que será apreciado en cualquier parte, la cuestión es que se tomen eltiempo para ello, pero ese es otro partido de fútbol….
En el blog del inquilino tratamos muchas veces el tema del (in)migrante guionista. Así están las cosas y no siempre son malas. Aquí un ejemplo de artículo. http://elinquilinoguionista.blogspot.mx/2012/05/el-migrante-guionista.html Pero si les interesa saber un poquito más, pues nada,dense una vuelta por el blog, o mejor, vénganse pa’México. Si las cosas no están mejor (eso según quién la verdad, porque aquí somos varios aspañoles los que trabajamos seguido) sí se lo pasarán muy chido. ;) Ah, y gracias por dejar que haga proselistimo y publicidad con carácter totalmente tendencioso.
A veces, tengo la sensación de que en España, como tenemos poca memoria, estamos condenados a inventar la rueda una y otra vez. Parece que los dibujantes españoles hubieran empezado a trabajar para los comics de EEUU gracias a Pacheco, y no. En los 70, los comics norteamericanos ya sufrieron una invasión española del copón. Esteban Maroto, Jaime Brocal, Rafael Aura León, Martin Salvador, Luis García, Fernando Fernández, José González, Isidro Monés, Sanjulián, Enrich Torres y José Bea, dieron el salto gracias a la agencia de Toutain. Ojo, dibujantes que no pocas veces tambien hacían los guiones de sus historias. O si no, mirad esta historieta que se publicó en Creepy ambientada en Cataluña: http://photos1.blogger.com/blogger/2681/3042/1600/bea01.jpg
Hola Alvaro,
Conozco perfectamente la historia de los dibujantes que mencionas (de hecho me he reunido con uno de ellos hace poco para trabajar en un proyecto), pero las condiciones en las que trabajaban los dibujantes de agencia -que tan bien retrató Giménez en “Los profesionales”-, no tienen nada que vercon las de Pacheco y compañía.
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