por Sergio Barrejón.
La revista Cinemanía ha preguntado a cinco directores de cine español qué opinan de la posibilidad de estrenar sus películas en Internet a la vez que en las salas. La pregunta venía a cuento del reciente lanzamiento del servicio Home Premiere de DirecTV: este canal norteamericano ha llegado a acuerdos con cuatro grandes majors para ofrecer por internet películas que aún están proyectándose en salas.
Resumiendo, esto es lo que han dicho los directores españoles:
Juan Carlos Fresnadillo, que bien:
“La gente va a ver pelis descargadas de todas formas”
(Este nuevo modelo) “intenta conseguir una conciliación entre la industria y la la gran ventana de distribución del siglo XXI, internet”
Carlos Iglesias, que sí pero no:
“Cualquier cosa que minimice las pérdidas de una película en taquilla me parece bien”
“En España no se apuntaría ni Dios, porque todo el mundo puede conseguir películas gratis por el morro”
Montxo Armendáriz, que ya si eso lo vamos hablando:
“Disminuirían los ingresos de taquilla en los cines, lo mismo que la distribución por los canales habituales de dvd”
“Lo más conveniente y urgente es el análisis de estas y otras cuestiones por las partes implicadas”
Guillem Morales, que aquí se hace lo que él diga:
“Las películas se hacen para verlas en pantalla grande”
“La gente tendría que volver a reunirse”
Miguel Ángel Vivas, que cualquier tiempo pasado fue mejor:
“El recorrido lógico de una película es primero en los cines, y después en dvd e internet”
“Ya que hay gente intentando robar tu casa, es mejor que no les dejes la puerta abierta”
Exceptuando a Fresnadillo, casualmente el director de más éxito de todos, con sólo dos largos estrenados, todos los demás se muestran reticentes. Y sobre todo, hay una clara tendencia a considerar que lo “habitual” y “lógico” es seguir los cauces de distribución anteriores al auge de la banda ancha.
Todos ellos son profesionales a los que respeto, pero creo que alguno adolece de una cierta miopía. Entiendo que cuando a uno le van bien las cosas, entre en modo virgencita-que-me-quede-como-estoy. Entiendo menos que aquellos a los que les va mal no quieran ver nuevas oportunidades de negocio. Y no entiendo en absoluto esa tendencia a pensar que las nuevas maneras de explotación suponen la muerte de las anteriores.
Creo que tiene que ver con la confusión entre los conceptos de ventana y formato. Una ventana de explotación hace referencia al tipo de consumo que el cliente hace del producto. Un formato hace referencia a la manera en la que empaquetas ese producto. Son dos conceptos relacionados. Pero no son lo mismo.
Uno es muy libre de pensar que la distribución por internet supondrá el fin de las salas de cine. Pero no puede usar como ejemplo legítimo el hecho de que el DVD acabó con el VHS. Ni que el VHS acabó con el Super-8. DVD, VHS y Super-8 son tres formatos distintos, pero pertenecen a la misma ventana: el cine en casa.
La distribución en internet podrá acabar en todo caso con el DVD, aunque eso también es discutible. Yo creo que el DVD y el CD seguirán existiendo, sólo que con niveles de ventas muchísimo más pequeños que los que llegaron a alcanzar en su mejor momento.
Y estoy absolutamente convencido de que las salas de cine seguirán existiendo. Es más, creo que los cines ni siquiera reducirán significativamente sus niveles de negocio con el Home Premiere. Ni con ningún otro sistema de entretenimiento en casa. También con la llegada de la televisión se oyeron llantos y quejas contra el deterioro de su arte. También entonces se pensaba que sería el fin del cine. Lo mismo con los proyectores de Super 8 y el alquiler de películas. Y mucho más con la llegada del home video. Qué demonios, ¡con la llegada del cine sonoro ya hubo gente que advirtió del apocalipsis!
¿La realidad? En términos globales, cada avance tecnológico ha supuesto una nueva oportunidad de negocio. Sólo los mastodontes que insistieron en mantenerse inamovibles acabaron arruinados.
Mi opinión sobre el Home Premiere es muy sencilla: ¿hay gente que quiere comprar el producto así? ¡Véndeselo! Muy probablemente esa gente no iría al cine de todos modos. ¿Por qué renunciar a ese cliente? Carlos Iglesias hace una observación muy aguda, algo que no piensa casi ninguno de los artistas audiovisuales que viven en grandes ciudades y sólo se relacionan con gente que vive en grandes ciudades: también hay que pensar en los espectadores “que viven en pueblos donde no hay cines, y que tienen que hacer 60 kilómetros en coche para ver una película en pantalla grande”.
El daño que haya podido hacer la piratería al cine de autor no es nada comparado con el daño que ha hecho la especulación urbanística en las grandes ciudades y la falta de protección cultural a la exhibición. Seriesyonkis no hace la mitad de daño que Gallardón cuando permite que en la Gran Vía se cierre un cine para poner una tienda de ropa cosida por esclavos. Si cientos de miles de espectadores potenciales tienen que desplazarse a las afueras para ver una película, el cine independiente no tiene nada que hacer. Sólo las grandes distribuidoras pueden permitirse un desembarco publicitario suficiente como para arrastrar a la gente hasta Kinepolis.
Y por otra parte, eso de que “las películas se hacen para verlas en pantalla grande” es un poco hipócrita. ¿Acaso Guillem Morales no ve películas en casa? ¿Acaso Guillem Morales no quiere que se vendan muchos DVD de Los Ojos de Julia?
Parece que van a hacer falta unas gafas especiales para ver las películas en Home Premiere. Unas gafas que curen la miopía empresarial. Porque hace falta estar muy miope para no ver que hay distintos tipos de espectadores. Están los que sólo ven las películas en el cine y en pareja. Están los que sólo las ven en casa. Los que no pueden ir al cine por cuestiones personales o geográficas. Los que pueden esperar y los que lo quieren todo ya. Algunos ven unas películas en cine y otras en casa. Y están, naturalmente, los que se compran en DVD las películas que ya han visto en cine.
Estos últimos que pagan dos veces y por los cauces “habituales” y “lógicos” son los ideales, claro. Nos ha jodido. Pero cualquiera que pretenda seguir viviendo exclusivamente de ellos, va a necesitar mucha suerte.
Y si alguno está esperando que con la llegada de la ley Sinde se acaben las descargas “ilegales” y todo vuelva a ser como hace diez años, tengo malas noticias para él: no va a ocurrir. En primer lugar, porque nunca ocurre que las cosas vuelvan a ser como hace diez años. Y en segudo lugar, porque la ley Sinde tiene un par de pequeños problemas. Sigan el enlace para comprender, en minuto y medio, por qué la ley Sinde no va a funcionar.
Lo peor de todo es que, insistiendo en que se aprobase ese texto inoperante, la industria ha gastado su último cartucho. En las próximas legislaturas, nadie querrá volver a meterse en el avispero de los derechos de autor.
En resumen, que no se le pueden poner puertas al campo, que prohibir no es la solución, y que todo el mundo sabe que mola más ver las pelis en pantalla grande. No hace falta que venga ningún director a decírselo. La gente irá o no al cine en función de lo mucho que le interese una película, y del esfuerzo que tenga que hacer para ir.
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Un par de comentarios:
– La opinión de los directores sobre el mercado del cine es respetable, pero poco significativa. Saben hacer películas, pero saben menos de cómo venderlas. Las preguntas habría que trasladárselas a productores y distribuidores, que son los necesitan diversificar los canales de venta, los primeros para saltarse a los segundos, y los segundos saltarse a los exhibidores.
– “Los ojos de Julia” es una peli, que de haber sido americana, habría ido directamente al mercado de DVD y se habría programado en la sobremesa de los domingos. Todo el mundo sabe qué películas hay que ver en la sala 25 del Kinepolis y cuáles pueden verse en una pantalla de TV.
Bien, yo creo que si Los ojos de Julia hubiera sido americana hubiera estado más tiempo en cartel y hubiera venido en pack con otros cuatro títulos de estreno obligatorio.
Un detalle pasado por alto.
Hoy por hoy, al alternativa a la sala de cine (salvo que se estrene con mucho retraso con respecto al país de origen) suele ser una screener que se ve más mal que bien. Y donde si, además, se intenta poner unas cuentas escenas con poca luz, el que baje la screener no se va a enterar de la misa a la media de lo que está pasando. Con lo cual la alternativa es: o screener gratis o pantalla grande pagando.
En el momento que este sistema saliera adelante habría un ripeado en condiciones en internet, con lo cual las opciones serían: o streaming calidad DVD-RIP pagando, o DVD-RIP gratis, o pantalla grande pagando.
El problema es que personas que van al cine porque no quieren esperar y no les apetece ver un screener de mala calidad, cambien de opinión si se pueden bajarse la película en calidad DVDRIP.
El problema será para los exhibidores… que sólo tengan salas para exhibir, supongo.
Si los exhibidores diversifican los canales y también abren un cine online, podrán retener a ese público.
Además, hay mucha más gente de la que parece que no se baja películas, ni screener ni ripeada ni nada, y que no puede ir al cine por numerosos motivos:
– porque no hay donde vive
– porque hay pero no programa lo que le gusta
– porque lo programa pero hay demasiadas películas que ver y el cine es muy caro
– porque no le da tiempo porque retiran las películas muy pronto
– porque
Todos esos espectadores, que hoy los tienen perdidos, se podrían recuperar abriendo una sala de cine en internet. Y esto no es un problema, es una solución.
No es tan simple. Estás dando por hecho que si se diversifican canales, el que antes iba al cine puede, en su lugar, comprar la película en streaming: un simple cambio de canal. Con la ventaja de que además se puede incorporar a aquellos que no pueden ir al cine o no quieren pagarlo.
El problema es que, una vez el streaming esté disponible, una versión ripeada con calidad estará en la red en cuestión de horas. ¿Cuantas personas que van al cine porque no están interesados en la versión screener se quedarían en casa si pudieran bajarse una DVDRIP? ¿cuantos de los que verán la película en casa pagarán por ella si pueden conseguirla con la misma calidad gratis?
El mismo problema de siempre.
No es lo mismo quedarse en casa viendo esto:
http://1.bp.blogspot.com/-o9Q2PdqiWBA/TaOJhyMkQ8I/AAAAAAAAAK4/50U2r2QEl9s/s1600/Marte.Nasecita.Mamas.2011.Latino_cap.jpg
Que viendo esto:
http://media-file.net/9/marsneedsmoms/images/MNM_2010_Dec3_01492-1.jpg
En el sistema actual, si no estás dispuesto a pasar por la taquilla del cine no te queda otra que esperar unos meses al DVDRIP o verte la screener. Con este sistema esa ventaja (que lleva gente al cine) se pierde.
Al final, sumado todo, ¿se compensa el dinero que se pueda conseguir en el streaming de internet con la pérdida de gente en la pantalla grande?… buena pregunta.
Veo dos problemas a lo que dice Juan:
El hecho de poner en mercado un “streaming calidad DVD-RIP pagando”, significaría que al poco tiempo iba a estar un “streaming calidad DVD-RIP gratis”. La posibilidad de negocio es casi suicida tal y como andan las cosas a día de hoy. Por consiguiente ignoro quién podría ponerse a ello. Dicho esto, es cuando menos paradigmático que haya gente que queramos PAGAR por descargarnos series con calidad y que en algunos casos, si queremos verlas, lo tengamos que hacer en una calidad de mierda y pirateándolas. Algo no funciona bien…
El segundo es el streaming vs ancho de banda. Andamos muy lejos de velocidades razonables para el peso de la calidad que comentamos. Si no tienes fibra, o aún teniéndola, estás lejos de la centralita la cosa está jodida. Si vives en las afueras de una gran ciudad, se convierte ya en algo del mundo de los sueños.
Pingback: Gafas especiales para ver cine en internet
Yo veo el cine en casa muy gusto. Mi pantalla es pequeña comparada con la de un cine, pero suficientemente grande para la distancia a la que está el sofá. Me evito el ruido del comedor de palomitas y los comentarios de la vieja impertinente que no calla.
O incluso pegarte con un niñato porque está dando patadas a tu butaca y cuando educadamente se lo recriminas, se pone chulo y te reta.
Por ese lado está más complicado, pero yo creo que ver una película (cualquiera) en una sala grande, aislado de lavadoras, teléfonos, del gato, del vecino, del gato del vecino,etc. es la situación ideal. Evidentemente también sin niñatos, viejas “voz en off”, palomitas, etc. Yo trato de ir a la primera sesión de los viernes, ahora que de momento puedo. Hay poca gente. A veces nadie más que yo.
¡Maldición! ¡Otra vez de acuerdo con Kohonera! ¿Que vendrá después, eh?
Yo no voy al cine desde hace 4 años. Si hubiera existido esta opción me habría chupado, tranquilamente, y pagando, las 20 o 30 películas que he visto más tarde pirateadas. De hecho, piratear me da pereza. A poco fácil que me lo pongan, yo pago.
Además, en casa se puede fumar, la puedes parar para mear o echar un casquete, comerte unas palomitas por 50 cts., sober la Coca Cola sin joder al de al lado y, sobretodo, nadie aplaude cuando el avión aterriza y no muere nadie.
¿Quién dice que esos fariseos de púlpito representan al cine aspañol? De hecho, ¿todavía hace cine esa gente? Yo flipo. Que se dejen de chingar y hagan alguna que otra peli buena para variar de tanto bodrio. Por cierto, ¿alguien se ha descargado sus películas? Son al cine, lo que el rey del pollo frito a la música.
“¿Todavía hace cine esa gente?”
Hasta no hace mucho Spielberg estaba interesado en producir a Fresnadillo. ¿Responde esto a tu pregunta?
De lo mejor que he leído en mucho tiempo en este blog. Y mira que lo visito frecuentemente y lo disfruto.
Un pequeño ejemplo que no has nombrado:
¿¿Cuánta gente del otro lado del charco podría ver nuestras películas españolas de corte más independiente o humilde y que ahora mismo son para ellos de imposible acceso???
Eso es dinero fresco. Así se rentabiliza internet. El tema es que yo creo que ellos lo saben. No se puede estar tan ciego. Pero… Ay! ¡Cuánto miedo y pereza dan los cambios!
La cuestión que debieran de aprender de otros medios de distribución.
Mi caso particular, y el de mucha gente, es que vivimos en ciudades pequeñas. Nos encontramos con cines caros (7€ una entrada), incómodos, lejos y con POQUISIMA oferta de cine (bodrios infumables los que quieras)
Si ha eso le añadimos las jornadas laborables habituales en algunos sitios (sales a currar a las 7 de la mañana y llegas a casa a las 8 de la tarde) y con sueldos muy exprimidos. TIEMPO y COMODIDAD.
A parte de que muchos de los que nos gusta el cine, nos gusta el producto, no el ritual. Ya tenemos un ordenador conectado a televisores de 42″, home cinemas 5.1, y sofas que hacen languidecer a las butacas del más lujoso cine. La parte técnica la tenemos ya. Deben facilitarnos las cosas si quieren que consumamos el producto.
Y no olvidemos que por muy buena que sea la distribución, si la película es una bazofia, no vamos a verla.
Internet será la salvación de los pequeños cineastas, que pueden ver como su esfuerzo es recompensado. Ahora se necesita que podamos remunerarselo.
Pon un precio de 3€ por ver un peli cómodamente en tu casa y no ves una. Ves 10.
Y a nivel de ventas en DVD, Amazon hizo para mí una de las mejores estrategias comerciales. Quieres ver una peli porque te la han recomendado y te vendo el DVD/Bluray en la web. Mientras te llega a casa, puedes descargar una copia digital para verla AHORA. Venta atractiva, compra impulsiva.
Y olvidarse de que una descarga no es una entrada de cine menos.
Estoy de acuerdo en que hay que tener amplitud de miras y buscar salidas a las películas además de barreras (más o menos útiles o inútiles) a formas no legales de visionarlas.
Está claro que las cosas cambian porque Netflix llegará seguramente a principios de 2012 a nuestro país. Lo raro es cómo aquí nadie se ha puesto a trabajar al 110% para facilitar el acceso al cine a través de consolas con acceso a Internet y sistemas similares que permiten ver las películas en un televisor y a un precio razonable y cómodo (tarifas planas). Filmin ha empezado a hacerlo hace poco, pero ha costado.
Por otro lado estoy interesado en el curso pero no encuentro dónde hay que pagar, sólo la inscripción y el contenido de la charla.
Amén.
Es una gozada leer de vez en cuando razonamientos tan ‘limpios’ .
Por aquí, bueno, que yo sepa, nunca se habla de la transformación de las salas en los últimos 20 años, que no ha sido ninguna una tontería. De los mega cines de 500 butacas (los nombres eran todo un alarde), Alphaville marcó el camino con sus salas de 50… y esa ha sido la tendencia sin que parezca que se hayan arruinado por el camino.
También yo creo que las salas no desaparecerán. En el sector en el que trabajo las empresas disponen de todos los medios on line y tecnológicos que se puedan pagar para el intercambio de información y la obtención de contenidos. Sin embargo, más incluso que en el pasado, se sigue invirtiendo en lo presencial. Por una parte porque han llegado a la conclusión que la ‘experiencia’ , física-emocional-social, no es sustituible por un streaming. Segundo, porque seguimos siendo demasiado sociales como para contentarnos con nosotros mismos. Si los cines desaparecen, cosa que dudo, los volverán a inventar. Si Apple, que ni siquiera tiene una cuenta en Twitter, es capaz de gastarse millones en sus mega eventos (aunque por supuesto se asegure el buzz por las redes) resulta un poco prematuro andar rasgándose las vestiduras.
Lo peor. Cada día de camino al trabajo paso por el cine Casablanca de Barcelona, que ha cerrado (creo, porque quería informarme pero no lo he hecho, igual están de obras pero no lo parece) … ya no están sus carteleras en la calle y una verja que va acumulando porquería desde hace semanas indican que ya no están, aunque ningún cartel lo indique. Estas salas, junto con los Verdi, proyectaban los títulos más interesantes, pero más minoritarios (a los puristas, ni siquiera tenían máquina de palomitas, solo alguna argentina despistada que las vendía en bolsa con expresión conminatoria). Y lo cuento porque imagino que las salas sobrevivirán siempre que les resulte rentable, por lo que se puede suponer que quienes apuesten por títulos menos comerciales, sí que van a tener un problema. Lo que de nuevo le da la razón a Barrejon… internet será la única manera de poder tener acceso a películas que estén más en la periferia de los circuitos comerciales.
Algunos pierden, pero en general sigo pensando que todos ganamos por una razón muy simple y que se menciona en el post: todos podremos acceder a mucho más, y muchos más podrán acceder a nosotros. El ‘negocio’ que espabile, ya le va tocando.
yo he sido habitual de las salas de cine, de unas 4 peliculas a la semana, y hace coo 3 años que practicamente no piso una…porque? oferta…basicamente, si ver una pelicula que no me interesa demasiado me sale por 7 euros cuando acabaré viendola en unos meses en buena calidad en el plus, no me interesa….salvo algun estreno puntual, no voy al cine por ello, y no incide en las descargas, el unico cine que descargo de la red es el “raro”, peliculas difíciles de conseguir de otro modo, como mucho algun titulo se podría conseguir por amazon pero ni siquiera están editados en dvd por aqui…
lo que mas descargo son series, y eso que la mayoría puedo grabarlas y verlas de canal satélite, pero las descargo por comodidad, y si me gustan, las grabo de canal plus en buena calidad….comprarmelas? si me gustan mucho, caso de Breaking Bad, me las compro, a pesar de sentir que me estafan cuando me la venden tres veces mas cara que en reino unido, pero los subtitulos en español no los tienen todas las ediciones inglesas, por desgracia
en mi entorno mi modelo de consumo es el más usual, se sigue yendo al cine, basicamente cuando nos reunimos varios o las parejas, pero menos, porque es muy caro para lo que se puede ver
lo que he dejado de hacer por las descargas es ver televisión, excepto para grabar alguna pelicula, apenas le presto atención pero sigo comprando, a pesar de indignarme con los precios….espectadores somos muchos, como bien dices, cada uno con sus motivaciones, el mercado ha cambiado y depende de los productores aprovecharlo o no
para mi el cine en internet no cambiaría nada, seguiria viendo los estrenos en canal plus, buena calidad y a mi gusto en taquilla o grabandola para ver cuando me apetece, pero no lo hago mucho, porque el cine en los ultimos años me ofrece pocas peliculas que me interesen
no me importaría ver las series sin embargo en buena calidad, pagaría por ello, pero como siempre si me gusta, lo cierto es que internet es para mi dos cosas muy diferentes, por un lado la oportunidad de ver titulos extraños que me generan curiosidad y que no podría ver de ninguna otra manera,
y tambien una televisión a la carta, para “ver”, y si el producto me convence, adquirir (hace poco me bajé “el hombre que cayó a la tierra”, película de Bowie realmente “peculiar”, despues de verla la vi en la fnac a 7 euros y me la compré, nunca la habría comprado de no haberla visto antes, igualmente me compré Breaking Bad y Carnivale porque me las bajé de internet, las vi y me gustaron lo suficiente para comprarlas en buena calidad,
en mi entorno la mayoria de la gente que descarga cine y series hacen lo mismo, se compran solo lo que les gusta, y los que no no se comprarían nada en todo caso, creo que eso es algo que pasan por alto, el hecho de que tambien se generan compras con las descargas, si ponen un ripeo de mejor calidad al alcance la situación tendría un sesgo muy diferente,
de todas maneras no dejan de decir que las ventas se caen por la pirateria como si la crisis económica en un pais con un sueldo minimo de escasos 700 euros no tuviera nada que ver, si el cine no costase lo que cuesta, o las peliculas y series, musica y demas, se compraría mas, pero al final como mucho te puedes permitir una compra al mes, asi que te lo piensas mucho, mucho, y la red te ayuda a escoger mejor en que gastar el dinero…
en fin, sorry por la parrafada, no pretendía explayarme tanto, y enhorabuena por el articulo, de los más lúcidos y coherentes que he leido en mucho tiempo
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