DESMONTANDO A LARRY (DAVID)

por Ángela Armero

Creo que la foto de Larry David no ofenderá a nadie, ya que no responde a los parámetros clásicos del tío bueno. Supongo que el hecho de que hable de él tampoco molestará a los enérgicos caballeros del Off Topic, que tan calladitos se muestran cuando el compañero Pianista habla de Esperanza Aguirre, porque Larry David, aparte de ser el creador de la mítica serie Seinfeld (junto al comediante que le da nombre al espacio), es uno de los guionistas más talentosos del momento y desde luego uno de los que detentan una personalidad más radical. Creo que sus enseñanzas (y digo bien: enseñanzas) son muy útiles para cualquiera que quiera, por un lado, construir historias y por otro, acceder a ese complicado universo tantas veces denostado que es la comedia. Pero, ¿Quién es Larry David?

En este vídeo (en inglés), Larry David le pregunta a la audiencia con la que acaba de encontrarse si se puede tomar la libertad de llamarles de tú en lugar de usted, (en español en el original), ya que tú es mucho más informal. Comenta que Julio César trató a Bruto de tú cuando le mató, (Et tu, Brute), y que eso es un poco informal cuando alguien te está matando. Y este es el tema fundamental de Larry David: el protocolo social y sus inconvenientes. Stand up comedian antes que guionista y productor ejecutivo de Seinfeld, David ha convertido su vida en el argumento de su última comedia, que ya ha renovado por la octava temporada: la impronunciable e innovadora “Curb Your Enthusiasm”. Se podría decir que, lógicamente con la ayuda de otros, Larry ha construido 17 años de comedia al servicio del humor en sus dos obras. ¿Cómo lo ha hecho? ¿Es un prodigio? ¿Tiene muchos “ghost writers”? ¿Es un visionario? ¿Su imaginación es inagotable?

Ahora me dispongo a reproducir una escena de uno de los mejores capítulos de la historia de la serie Seinfeld: el especial de una hora de la cuarta temporada, que se llama “The Pitch”. En este capítulo Jerry recibe una oferta de la NBC para que haga una serie. Jerry discute varias ideas con sus amigos, hasta que George le convence de una: la serie va de nada. Y ésta es la escena en la que hacen el pitch en la NBC.

INT. DESPACHO NBC. DÍA

Stu Chermak, Susan Ross, Jay Crespi, y Russell Dalrymple, los ejecutivos de la cadena, hablan con Jerry y George.

STU

(A Jerry, riéndose de una de sus actuaciones)

Me encantó eso del periquito volando contra el espejo. Eso, eso tiene gracia.

GEORGE

El periquito en el espejo. Esa es buena, Stu.

JERRY

Sí, es una de mis favoritas.

RUSSELL

Y qué hay de tí, George? ¿Has escrito algo que podemos haber visto?

GEORGE

(Se lo inventa rápidamente)Bueno, a lo mejor. Escribí una obra para el off-Broadway, “la Cocina” (en español en el original), Realmente era más bien off-off Broadway. Era una comedia sobre un chef mexicano.

JERRY

Oh, sí, era muy graciosa. Había una escena graciosísima con el chef, ¿cómo se llamaba?

GEORGE

Pepe.

JERRY

Oh, Pepe. Claro Pepe. Estaba haciendo tamales y eso…

SUSAN

¿Cocinaba en el escenario de verdad?

GEORGE

No, hacía que cocinaba. Por eso era tan gracioso.

RUSSELL

Bueno, ¿Y qué ideas traéis?

JERRY

Bueno, he pensado en esto de varias maneras. Pero la idea principal es que yo me interpretaré a mi mismo-

GEORGE

(Interrumpiendo)

¿Te importa si continúo?

JERRY

No, sigue…

GEORGE

Creo que puedo resumir la serie en una sola palabra: nada.

RUSSELL

¿NADA?

GEORGE

(Sonriente.) Nada.

RUSSELL

(Indiferente.)

¿Qué significa eso?

GEORGE

La serie va sobre nada.

JERRY

(A George)

Bueno, no es que vaya de nada.

GEORGE

(A Jerry)

Sí, no va de nada.

JERRY

Bueno, a lo mejor filosóficamente. Pero hasta la nada es algo.

Jerry y George se miran. La recepcionista entra.

RECEPCIONISTA

Mr. Dalrymple, su sobrina está al teléfono.

RUSSELL

Ya la llamaré.

La recepcionista se marcha.

GEORGE

(Intenta deletrear su apellido)

D-A-L-R-I-M-P-E-L?

RUSSELL

(No le gusta nada George)

Ni siquiera se acerca.

GEORGE

Es con “y” griega?

RUSSELL

No.

SUSAN

¿Cuál es la premisa?

JERRY

Bueno, como iba diciendo, me interpretaría a mi mismo, como cómico, viviendo en Nueva York, tengo un amigo, un vecino y una ex novia, lo que es todo verdad.

GEORGE

Sí, pero en la serie no pasa nada. Es como la vida. Ya sabes, comes, te vas de compras, lees… comes, lees, vas de compras.

RUSSELL

¿Lees? ¿Lees en la serie?

JERRY

Bueno, lo de leer todavía no es firme, no lo hemos discutido.

RUSSELL

De acuerdo, ahora cuéntame las historias. ¿Qué tipo de historias pasan?

GEORGE

De eso nada, no hay historias.

RUSSELL

¿No hay historias? Entonces, ¿Qué pasa?

GEORGE

(Poniendo un ejemplo.) ¿Qué has hecho hoy?

RUSSELL

Me levanté y vine a trabajar.

GEORGE

Ahí hay una serie. Ahí está la serie.

RUSSELL

(Confundido.) ¿Cómo es eso una serie?

JERRY

Bueno, a lo mejor pasa algo de camino al trabajo.

GEORGE

No, no, no. No pasa nada.

JERRY

Bueno, algo pasa.

RUSSELL

¿Y por qué voy a verlo?

GEORGE

Porque lo echan por la tele.

RUSSELL

(Amenazante.) Todavía no.

GEORGE

De acuerdo, mira, si quieres seguir haciendo lo mismo de siempre, a lo mejor esta idea no es para tí. Yo desde luego no pienso comprometer mi integridad artística. Y te diré algo más, esta es la serie y no pensamos cambiarla. (A Jerry.) ¿Verdad?

Pasa un momento de silencio incómodo.

JERRY

(A Russell) Mira, y si la serie va de que yo dirijo un circo…

En Seinfeld Larry David ya se fagocitaba a sí mismo empleando a Constanza, su alter ego, y en CYE ha convertido la creatividad en un proceso de observación y depuración de uno mismo, pero ya no sólo de su personalidad, sino de su existencia en los Ángeles como un guionista y productor ejecutivo de una serie de éxito. No solo no se ha tenido que romper la cabeza, sino que ha hecho muchísimos capítulos siguiendo un mismo esquema. ¿Es la fórmula de la Coca Cola? No, es algo más parecido a esto.

LARRY DAVID SE VE ENVUELTO EN UNA SITUACIÓN BOCHORNOSA O PROBLEMÁTICA A CAUSA DE SU TORPEZA SOCIAL, PROFESIONAL, FAMILIAR O CONYUGAL. INTENTA ARREGLARLO Y VUELVE A EQUIVOCARSE, DE MODO QUE LA SITUACIÓN RESULTANTE ES AÚN PEOR QUE LA ORIGINAL.

¿No es precisamente Memento, verdad? Entonces, ¿qué tiene este tío? ¿Por qué es tan admirado? ¿Por qué su serie tiene tantos fans?

1. AMIGOS DE LA FOBIA SOCIAL, UNÍOS.
Larry David ha sabido encontrar en sí mismo algo muy valioso: una fobia común a muchísimos de nosotros, que la padecemos en mayor o menor grado. ¿Quién no se siente incómodo ante determinadas situaciones familiares? ¿Quién no se ha roto la cabeza intentado salir airoso de una situación profesional difícil, o ha tenido dificultades intentando consolar a alguien a quien apenas conoce? A pesar de su ombliguismo, ha sabido encontrar un tema universal, una veta que no había sido explotada de forma tan específica hasta ahora. Larry David es un mártir de los protocolos sociales y alguien tenía que decirlo: vivimos encerrados en nuestras costumbres y si, como él, somos unos marginados en potencia, podemos explotar un material valiosísimo. Es oro, Jerry. Oro.

2. ME LEVANTÉ Y VINE A TRABAJAR. ¿VES? AHÍ TIENES UNA SERIE.
Vale. Hollywood. Despachos de NBC. Cenas con Ted Danson, Mel Brooks y Ben Stiller. Para cualquiera que sienta una fascinación por ese entorno, por saber cómo se hacen nuestras series favoritas, el poder ver el proceso de creación del musical “Los Productores” o una mesa italiana de la reunión de Seinfeld (el tema de la séptima temporada) es un privilegio. Además David lo ha hecho de tal forma que en el texto de ese falso episodio de reunión de Seinfeld incluye guiños a la serie clásica, a la actualidad (Madoff) e incluso a CYE: Constanza se trae a una prostituta que ha contratado para acceder al carril rápido de la autopista, al igual que en este episodio.

3. NO QUERER GUSTARLE A TODO EL MUNDO.
En los episodios de Seinfeld y CYE se muestran abiertamente conductas racistas, machistas, clasistas, mezquinas. No hay que censurarse. Hay que echarle narices. Si nuestro protagonista es capaz de lo peor, nosotros tenemos que ir allí con él. ¿Qué sería de House sin su bordería? ¿Y de Vic Mackey sin su ambigüedad moral?

4. NO HAY CONFLICTO PEQUEÑO.
La mayor valentía de Larry David es que ha sabido convertir la observación de lo anecdótico en un arte. La espera en un restaurante chino, buscar un coche en el párking, alguien que habla en susurros inaudibles, una novia que se pasea desnuda por la casa o algún energúmeno que te habla demasiado cerca de la cara han sido temas que han centrado episodios míticos de su obra.

Para mí, que soy una gran admiradora de Larry David, de Seinfeld y de los magníficos guionistas, actores y directores detrás de ambas series, la lección es clara. No hay necesariamente que apostar a las ideas brillantísimas o estrambóticas, hay que lanzarse con honestidad a contar lo que nos guste, aquello que conozcamos, aunque sean chorradas, aunque sean nimiedades. Yo me quedo con los grandes desarrollos, los que son originales e incluso valientes por abordar tonterías. Por supuesto no desdeño las grandes ideas, pero creo que en el cómo está la clave, y que escribir de lo conocido nos reporta una ventaja indiscutible: la documentación ya está hecha.

Escribe de lo que conoces. Convierte tus neuras en chistes, y tus chistes en neuras. Al chico o chica que te gusta en un love interest, a tu madre en una secundaria estupenda, a tu enemigo en un payaso. Transforma tus mayores defectos en petróleo. Usa las historias de tu familia. Tus momentos más ridículos pueden crear un desgraciado de lo más empático. A nadie le gustan los ganadores, pero todos nos sentimos solidarios ante la persona que le dice algo inadecuado al jefe o se esconde de sus vecinos porque les da pereza tener una conversación en el ascensor con ellos. ¿No tienes ideas? Ve a trabajar, y ahí tienes una serie. En el metro que se para, en el taxista que no se calla, en el amigo al que envidias o en el mensaje de texto que enviaste por error a otra persona. ¿No tienes protagonista? Mírate al espejo y confiesa que tú también eres lo peor. Ahí tienes una serie.

Y de regalo, Espartaco versión Larry David.

13 comentarios en «DESMONTANDO A LARRY (DAVID)»

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  2. Es el mejor. Sencillamente.

    Ojalá fue tan fácil como volvar nuestras miserias morales en un guión. Hay que saber escaletar como él lo hace. Creo que ahí está lo maravilloso de sus series y en especial de CYE. Todo tiene sentido y todo converge finalmente en un mismo punto.

    Pues eso. El puto amo.

  3. ¿Soy el único al que se le atraganta Larry David? Me gustaba Seinfeld, pero Curb… no me entra. Creo que él no me cae simpático, y la estética feísta tampoco ayuda.

  4. guionistaenchamberi

    ¡Gracias por este estupendísimo post, Áng! Me ha encantado y me han dado unas ganas locas de volver a ver episodios de la serie.

  5. Para mí Larry David es el mejor de entre lo mejores. Hace un tiempo acabé de ver todos los capítulos de Seinfeld y hace unos días volví a ver un capítulo y NO PUEDO PARAR de ver otra vez capítulos.

    También he visto todos los capítulos de Curb Your Enthusiasm, en fín, este hombre no para de sorprenderme.

  6. Está tan bien escrito y tan bien argumentado, que me ha contagiado su entusiasmo por conocer a Larry David.

  7. Me ha encantado el post, pero ahora me siento demasiado comercial porque no me gusta la “falta de conflicto” en la ficción. Me flagelaré viendo “Si la cosa funciona”… ¡Ay! esa no sirve, que sólo era actor.

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