FIRMAS INVITADAS: CÁGATE EN TU RANCHO

por Nacho Vigalondo.

Uno de los puntos que más respeto de mi supuesto código ético a la hora de escribir es el siguiente:

 

Las transiciones dramáticas más importantes del relato nunca estarán resueltas a través de un diálogo explicativo.

 

 

Lo que me impongo es que esos puntos en los que se concentran todos los posibles significados del relato, las bisagras más decisivas, sean un encaje de piezas a una escala más esencial de lo que un texto en voz alta puede transmitir. Evitar la explicitud en la medida de lo posible, introducir un poco de alquimia entre tanta arquitectura.

 

Por ejemplo, en Los Cronocrímenes hay un personaje, el científico, que parece estar soltando en todo momento información decisiva para el personaje protagonista, Héctor. Sin embargo, nunca hay comunicación real entre estos dos sujetos, porque hay demasiado desnivel entre lo que realmente sabe uno y otro. El científico nunca consigue convencer a Héctor de nada, porque le habla desde muy arriba o muy abajo.

 

Las transiciones de Héctor son otras, y tras mucho sudar las versiones de guión, acabaron siendo: La segunda aparición de las tijeras, en manos de la chica, la segunda vez que se oye el trueno, en el balcón y la reaparición del personaje de Clara, en la cocina, de noche.

 

Evidentemente, con estas decisiones se corre el riesgo de que un tanto por ciento bastante alto del público no se entere de lo que ha sucedido en el momento exacto en el que se ha producido. Algo que no es tan problemático como podría sonar: Al buen espectador le irrita que la película se esfuerce en correr a su misma velocidad, al buen espectador le encanta que le adelanten de vez en cuando.

 

El peligro real de estas técnicas está en otro tipo de confusión: La que generas en los lectores del guión de cuyo juicio depende que la película se ruede o no. En los despachos hay límite de velocidad, y no hay adelantamientos que valgan.

 

Hasta hace bien poco, la norma que os he explicado antes estaba soldada a otra, que habréis oído mil veces:

 

El guión literario describirá únicamente lo que se verá en pantalla y lo que se oirá a través de los altavoces. Toda la información que se intuya en la película, debería intuirse en el guión, sin necesidad de ser explicada en las acotaciones.

 

O sea, nada de acotaciones sobreexplicativas, nada de alusiones al lector, nada de subrayados retóricos. He estado quince años respetando esta norma de guión y exigiéndola en los de otro con severidad. No como una cuestión meramente práctica, sino también de principios.

 

Hoy en día sigo llevando a rajatabla la primera regla que os he confesado. La segunda la he mandado a freir espárragos.

 

Con el tiempo me he ido dando cuenta de que cometía un error pretendiendo que el guión tuviese un acabado con valores similares a los de la propia película. El guión no es una obra, sino una herramienta para posibilitarla. Para poder rodar una película, también para financiarla.

 

A dia de hoy, los principios me los reservo para el producto final. Mi siguiente guión tiene dos versiones. Los sabios a los que  siempre acudo leerán una en la que

 

FULANITO mira la cadena de la cisterna. La agarra, hace ademán de tirar, pero se detiene. La suelta, pensativo. Sale del baño.

 

Pero el comité que decida si mi película se rueda o no leerá que

 

FULANITO mira la cadena de la cisterna. La agarra, hace ademán de tirar, pero se detiene. La suelta, pensativo. Está harto de limpiar la mierda de otros. Que cada uno se ocupe de lo suyo. FULANITO sale del baño, sonriendo para sí.

 

Y todos tan contentos.

16 comentarios en «FIRMAS INVITADAS: CÁGATE EN TU RANCHO»

  1. Ya he visto otros guiones con ese formato “extendido”. Por ejemplo, el guión de “El Paciente Inglés” tiene acotaciones de ese tipo, que explican las motivaciones de los personajes.

  2. Es un buen consejo. Pero para mí la cosa está en no pasarse de la salsa. Pianista, si les dices a tus alumnos que lo hagan a la Goldman te van a traer guiones con cinco páginas de descripción literaria.

    Y eso hará que los ejecutivos abran el guión y lo metan al triturador de papel. Ellos son así. Y yo también lo haría si estuviera en su lugar.

  3. En mi caso, soy yo quien dirige los cortos que escribo, y el guion ‘final’ me sirve para dos cosas:

    -Para autoconvencerme de que la historia funciona
    -Para que los actores tengan la base necesaria para construir sus personajes

    Cuando se va a rodaje, ya no uso el guion sino unas fichas técnicas que me preparo con cada escena,

    Ademas, cuando vas a rodar, resulta que en el baño elegido para la escena no hay cadena sino un botón, y ademas el actor te acaba sugiriendo una interpretación (gestual) bastante mejor de la que uno se había imaginado, y que escenifica mejor lo que tu como escritor o director quieres realmente decir, y que es que el protagonista esta harto de limpiar mierda.

    Por eso yo creo que en mi caso (autor director auto-financiado), lo que mas me conviene es escribir la escena como sigue:

    “Fulanito, en el baño, se da cuenta de que esta harto de limpiar le mierda de los demás. Por ejemplo, podría dudar al tirar de la cadena para exteriorizar esta reflexión (otras ideas are welcome)”

  4. Estoy de acuerdo.

    Wilder y Diamond (¿quién va a contradecirlos?) eran amigos de las “acotaciones literarias” como leemos en el guión de “SOME LIKE IT HOT”. Recordemos al personaje que dice al portero de una supuesta funeraria:

    “Vengo al funeral de la abuelita”.

    Más abajo, Wilder y Diamond escriben:

    “La abuelita debía de ser todo un personaje, porque a su muerte ha dejado un montón de apenados amigos que están celebrando un velatorio muy animado”.

    El original puede leerse aquí (escena 4):

    http://sfy.ru/?script=some_like_it_hot

    El resto del guión contiene pinceladas similares.

    Creo que las “acotaciones literarias” –con mesura y bien puestas– facilitan la lectura del guión. Son gratificantes para los financieros y todo aquel que se acerque a la lectura del guión, profesionales y curiosos.

  5. El guión de “El Apartamento” está escrito de igual manera. Y si lees los de las pelis de Hitchcock verás que son muy parecidos.

  6. Traducido al román paladino: los que van a juzgar tu guión no son capaces de entenderlo si no se lo explicas.
    Una gran verdad, por mucho que se molesten algunos, directores incluidos.

    Un saludo.

    PD: Uno de los libros que más daño ha hecho es la célebre entrevista Hitchcock-Truffaut, donde se repite eso de que ocurra una cosa en la pantalla mientras el diálogo va por otro lado. Son legión los infelices en este pais que se lo han creído y escriben sus guiones confiando en que alguien se va a fijar en las acotaciones entre diálogos e intentar visualizar la escena.

  7. Todo en su dosis cierta. El objetivo es un guión, no una novela, pero la acción dramática acompañada de una descripción mínima que revele aún más los personajes o la escena, es siempre bienvenida y su lectura más fluída. No hay cosa más aburrida que el texto extremadamente “Cortado” de un guión.

  8. Pero, ¿y si aquellos que dan luz verde a la película leen tu versión “explicativa” y piensan que:

    a) Les tomas por tontos, por lo que no eres de fiar.
    b) Eres tonto, por lo que no eres de fiar.
    b) No sabes escribir un guión, por lo que es posible que tampoco sepas dirigir una película.

    Cuidado con el consejo, Nacho. Quizá sea mejor entregar la versión de toda la vida, la descriptiva. Especialmente cuando se está empezando y no se tiene aval que demuestre que sabemos narrar con imágenes.

    Las cosas se pueden describir de muchas maneras, unas más explicativas que otras. Un ejemplo: en vez de “X está harto de limipar la mierda de otros, que cada uno se ocupe lo suyo”, X podría simplemente haber sostenido la cadena y finalmente haberla soltado con un gesto desairado. Expresa lo mismo, pero nadie puede pensar que le tomas por tonto.

    1. Pianista en un Burdel

      ¿William Goldman toma por tontos a todos sus clientes?
      ¿Es de tontos no tener la capacidad de leer guiones como un director de cine?
      ¿La frase que pone Nacho como ejemplo de su manera de escribir guiones denota que no sabe escribir guiones? ¿Denota que él es tonto?
      ¿Siguiendo el consejo del post conseguiríamos a la vez llamar tontos a los lectores y parecer tontos nosotros mismos?

      ¿Usted se ha leído el post?

    2. Te voy a tutear, para no ponerme distante y socarrón (como me parece que haces tú).

      He dicho “¿y si ellos piensan?”. Es una respuesta al consejo de Nacho: cuestionarse si haciendo lo que nos propone puede malinterpretarse nuestra intención. Si podemos quedar como incompetentes o condescendientes, si la estrategia puede resultar contraproducente. Al fin y al cabo lo que se busca es un efecto en el ejecutivo/productor, no un resultado en la película.

      Evidentemente, no se me ha pasado por la cabeza llamar tonto ni a Goldman ni a Vigalondo, a quienes admiro. He dicho que puede haber gente (quizá tontos) que interpreten así esa manera de escribir. Al fin y al cabo, mucha gente metida en esto del cine conoce las nociones básicas de manual de guión, y podría pensarse que quien se salta visiblemente la regla no está un paso más allá de ésta, sino un paso por detrás (aunque no sea así en absoluto).

      Creo que ya estaba claro en mi respuesta, pero ahora ha quedado clarísimo.

      Y relaja tu tono, amigo. Parece que estuvieses esperando mi respuesta para atacar. Anda que en persona me hablarías así.

  9. Pianista en un Burdel

    Siempre escribo de usted a la gente que no conozco, y que no me ha hablado de tú previamente.

    Para ser socarrón hay métodos mucho más efectivos. Por ejemplo, la última frase de su anterior comentario.

    Y ahora, si le parece, explíqueme en qué momento mi tono no ha sido relajado. Si puede marcar la frase exacta, mejor. Y ya puestos, también me produce curiosidad qué parte de mi texto hace parecer que yo estuviese esperando su respuesta para atacar. Aunque mejor déjelo: si mi anterior mensaje le ha parecido un “ataque”, lo llevamos complicado usted y yo para comprendernos. Quizá en persona nos costaría menos.

  10. No era socarrrón, era directamente defensivo. Repetirme varias veces la misma pregunta de distintas maneras y preguntarme si me he leído el post tiene algo de aleccionador, o me lo parece. E interpretar que llamo tonto a Vigalondo también es raro. La gente, cara a cara, no se lanza a hacer esas asunciones. Eso es lo que quiero decir.

    Cuestiones de corrección aparte, ¿entiendes por qué no llamo tonto a nadie? ¿Entiendes que mi crítica es constructiva?

  11. Yo camino entre las dos ideas. Me fastidia demasiadas explicaciones, como si la acción que indicas no tuviera la suficiente carga expresiva que necesitas acotar para que se entienda. Pero por otro lado, un guión sin esa parte literaria también queda desalmado.

    En el ejemplo que pones, sin ir más lejos, sí que es demasiado explicativo, con la primera frase ya se sobreentiende la segunda. Y ese pequeño comentario le ayuda al lector, al actor y al director. Creo.

    (FULANITO mira la cadena de la cisterna. La agarra, hace ademán de tirar, pero se detiene. Está harto de limpiar la mierda de otros. FULANITO suelta la cadena. Y sale del baño, sonriendo para sí.)

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