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CONSULTORIO: CONTROL

Por David Muñoz.

“Hola, mi consulta va dirigida a cualquiera de los guionistas del blog.

Antes de todo, mi nombre es Álvaro, y os sigo desde que descubrí el blog buscando información sobre el mundo del guión. Mi duda es, y os pido que disculpéis mi ignorancia porque todavía soy bastante joven y se puede decir que solo soy un mero aspirante/soñador a ser guionista algún día, sobre el tema de la ficción televisiva. Respecto a ello, dado el hipotético caso de que seas un guionista al que le han comprado la idea de una serie, quisiera saber, una vez se lleva a cabo el proyecto, el nivel de autonomía y libertad que tendrías para realizar “tu producto” conforme a tus planes e ideas. Es decir, cuando una cadena acepta producir la serie, ¿qué es lo siguiente y qué papel vas a tener tú como creador?

Gracias y enhorabuena por el blog!”.

Hola Álvaro,

Tu pregunta tiene una respuesta muy fácil: ¿nivel de autonomía y libertad? Ninguna.

Desde el momento en que firmes el contrato vendiendo tu proyecto, todas y cada una de las decisiones que se tomen tanto durante el desarrollo de la serie como durante su producción, tendrán que ser consensuadas con los responsables de ficción de la cadena que lo haya comprado. Y “consensuar” es el verbo equivocado. Se trata más bien de acatar y obedecer las instrucciones que te vayan dando. Tendrás que hacer todo lo que te dicen si quieres que llegue a emitirse. Evidentemente, si eres el productor ejecutivo de la serie además de su creador (cosa que tampoco tienes garantizada), podrás plantar cara y pelear por todo lo que te parezca importante, pero aunque puede que ganes alguna batalla, al final siempre perderás la guerra. Quien paga, manda. Es el dinero de las cadenas el que permite que se hagan las series. Y nadie va a invertir en algo que no es exactamente como quiere. Hay productores ejecutivos que se dejan la salud intentando defender sus creaciones. Yo he trabajado con algunos de ellos. Pero por mucho que lucharon, al final siempre tuvieron que acabar cediendo.

Solo te digo que yo fui guionista de “La fuga”, una serie creada por Nacho Faerna, que cuando se vendió sucedía en la Luna y acabó transcurriendo en una plataforma petrolífera.

De todos modos esto es algo que en realidad no debería preocuparte.

Porque siendo únicamente guionista, las posibilidades de que te veas en esa situación son prácticamente nulas. Sería más fácil que fueras andando por la calle y te encontraras un maletín con un millón de euros.

La razón es que resulta casi imposible que un mero guionista coloque un proyecto de serie de televisión en una cadena si éste no viene avalado por una productora de confianza (o sea, con la que ya hayan trabajado con resultados satisfactorios).

Quizá haya quien no lo vea así. Al fin y al cabo solo puedo hablar desde mi experiencia y la de la gente que ha compartido la suya conmigo. Pero en general creo que las cadenas no buscan solo historias, buscan una historia avalada por una productora con experiencia en la producción de series emitidas en “prime time”. Y aunque a los guionistas nos fastidie, tiene sentido. Hacer una serie es mucho más que escribirla. Además de tener buenos guiones, debe ser producida. Lo que requiere no solo una gran inversión de dinero (según amigos productores, en muchos casos las cadenas no pagan los capítulos hasta que estos se emiten), sino la creación de una infraestructura que permita transformar esas palabras en imágenes. Algo que no está al alcance de cualquiera. Sobre todo la parte de la inversión inicial, que puede ser de centenares de miles de euros (además de pagar los guiones hay que alquilar platós, construir decorados, contratar al equipo…)

También creo que además de la cuestión de la confianza pesa otra cosa a la hora de dar luz verde a una serie de una productora “amiga”. Trabajando se generan vínculos, relaciones, y si tienes que elegir entre dos series que te gustan, una producida por alguien con quien has compartido penas y alegrías, y otra por un desconocido, lo normal será que optes por la primera. Y no digamos ya si de producir esa serie depende la supervivencia de una empresa vinculada de alguna manera a tu grupo empresarial. Sé que habrá mal pensados que estén imaginando corruptelas varias (sobres estilo Bárcenas y tal…), pero como a mí nadie me ha hablado nunca de cosas así, entiendo que, de ocurrir, no es algo muy habitual.

De manera que si quieres que alguna vez llegue a grabarse una serie basada en una idea tuya, lo suyo es que se la vendas a una productora que trabaje habitualmente con una cadena de televisión.

Lo malo es que eso es también casi imposible.

Las productoras suelen contar con sus propios departamentos de desarrollo y se espera que sean ellos quienes generen los proyectos que van a ir a las cadenas. También tiene sentido desde el punto de vista económico/empresarial. Si pagas a gente para que invente posibles series o programas, no vas a invertir más dinero en comprar proyectos de gente de fuera, con quienes además tendrás que negociar contratos, etc.

Eso se da tanto en el mundo de la imagen real como en el de la animación. Unos amigos míos están moviendo un proyecto de serie de dibujos animados basado en una serie de novelas infantiles muy populares, pero de momento nadie lo quiere. Casi todas las productoras generan sus propios proyectos. En este caso, la cosa se complica porque donde está el dinero en la animación suele ser en el merchandising, y si te ves obligado a repartirlo es probable que nunca consigas que tu producto sea rentable.

Aún así, los guionistas, que somos unos insensatos, de vez en cuando lo intentamos.

Por ejemplo, el año pasado, yo escribí la biblia de una serie y se la mandé a un productor con el que había trabajado anteriormente. Dicho productor se vio obligado hace un tiempo a desmantelar su departamento de desarrollo, con lo que estaba receptivo a proyectos que vinieran de fuera. Pues bien, al productor le gustó mi idea, llegamos a un acuerdo y empezó a moverla por las cadenas. Pero, aunque interesó bastante en una de ellas (dio la casualidad de que encajaba con el tipo de serie que estaban buscando para sustituir a otra que estaban a punto de cerrar), no tengo nada claro que vaya a llegar a salir. Una de las razones es que mi productor solo ha producido televisión para canales autonómicos, con lo que no genera bastante confianza en la cadena. Ahora mismo, él cree que para que la serie se haga tendrá que asociarse con un productor que ya haya hecho series emitidas por las grandes cadenas.

También el año pasado, se puso en contacto conmigo otra productora de televisión para la que ya había trabajado preguntándome si tenía algo que pudiera interesarles. Les mandé varios proyectos de series, una de ellas les gustó mucho y durante unos meses estuvieron tanteando la posibilidad de pagarme un desarrollo (o sea, por escribir una biblia más elaborada que la que presenté y quizá un capítulo piloto), para presentarlo en una cadena, pero finalmente optaron por llevar uno de sus propios proyectos. No sé exactamente cuál fue la razón -a lo mejor simplemente les gustaba o les parecía más apropiado el suyo-, pero sospecho que la cuestión económica pudo tener bastante que ver.

Y así están las cosas. Repito: siempre desde mi experiencia. Quizá otro guionista te contaría otras cosas.

Visto lo visto, mi impresión es que preparar un proyecto de serie de televisión con la idea de vendérselo a una cadena es casi con total seguridad una pérdida de tiempo. Es tan improbable que ocurra que quizá no merece la pena ni intentarlo. Es más sensato invertir ese tiempo que pasarías delante del ordenador escribiendo una serie en escribir cualquier otra cosa (teniendo en cuenta que una vez firmes el contrato, también estarás renunciando a controlar la dirección que tome el proyecto).

Aunque puede que si consigues que alguien de una productora lea tu material, te sirva como muestra de escritura. A lo mejor alguien lo lee y decide contratarte para otro proyecto que ya esté siendo desarrollado. Cosas más raras han pasado. Pero tampoco es fácil. En casi todas las productoras que conozco se ha despedido a gente durante los dos últimos años y los departamentos de desarrollo están bajo mínimos (eso cuando siguen existiendo), con lo que cada vez es más difícil que haya alguien que tenga tiempo para leer tu material.

Este descalabre general tiene también algo positivo para los guionistas que no trabajamos en una productora: como me ha pasado a mí, de pronto hay productores que al no tener departamentos de desarrollo propios, no tienen más remedio que tirar de “freelances”. Pero vaya, que haya compañeros que después de años trabajando con cierta seguridad laboral se queden de pronto en el paro tampoco es motivo para alegrarse (esta misma semana he sabido que varios amigos se han quedado en la calle).

Mientras escribo esta respuesta, me he dado cuenta de algo en lo que no había caído hasta ahora. Y es que con esta manera de hacer las cosas, al final los guionistas que tienen la oportunidad de hacer llegar sus historias a las productoras con alguna posibilidad de que acaben convirtiéndose en una serie son muy, muy pocos. ¿100 como mucho? ¿Cuántas productoras hay trabajando con regularidad para Antena 3, TVE, o Tele 5? ¿Cuántos guionistas tienen contratados en cada una de ellas? ¿A cuántos se les piden proyectos que luego se llevan a las cadenas? Sé de grandes productoras donde todas las series son concebidas por solo una o dos personas.

La verdad es que me parece algo muy empobrecedor y que limita las posibilidades de que se hagan mejores series. Porque, aunque haya quien se empeñe en negarlo, las ideas, las historias, importan. Tanto como producirlas de una manera eficiente y dentro de presupuesto.

Otra posibilidad es que los guionistas monten sus propias productoras sin depender de grandes grupos empresariales (la única manera de ser realmente los jefes) y que sean ellos quienes muevan los proyectos. Tampoco me parece fácil -sobre todo por la cuestión económica-, pero es algo que sospecho que cada vez va a pasar más. De hecho sé de un “bloguionista” que está ahora en ello. Y su caso creo que tiene posibilidades de conseguirlo, ya que se trata de alguien con mucha experiencia como productor ejecutivo de series, y varias de ellos han sido grandes éxitos.

Como siempre, cosas que parecen que nunca van a cambiar lo hacen porque alguien encuentra la manera de hacerlo. Y de pronto, lo que hace unos años parecía imposible, se convierte en algo normal.

Y yo, a pesar de todo lo que he dicho ahí arriba, también voy a seguir intentándolo.

Pero volviendo a tu pregunta, si lo que quieres es “autonomía y libertad para realizar tu producto conforme a tus planes e ideas”…

…escribe una novela, un cómic o una obra de teatro, no una serie de televisión.

Gracias por escribirnos.

10 comentarios en «CONSULTORIO: CONTROL»

  1. Yo creo que, como en cualquier ámbito de la vida, se antoja casi imprescindible conocer las reglas del juego antes de empezar a jugar. Puedes aprender las reglas a medida que juegas, pero a mí me parece una estrategia equivocada ya que tus posibilidades empeoran. Si te pones a jugar al Risk sin saber de qué va el juego, es prácticamente imposible que ganes la partida. Si por el contrario sabes todas las reglas al dedillo antes de jugar, tus posibilidades aumentan.
    Las reglas son muchas de las que se comentan habitualmente por aquí: contenidos y presupuestos que manejan las cadenas, modelos de negocio de éstas y de las productoras a las que llamar a la puerta, relaciones profesionales, ámbitos de responsabilidad, cómo presentar proyectos, etc.
    Sí es cierto que en el mundo de la Televisión se vive en un constante tobogán de efervescencia en el que lo de ayer no vale para hoy. Como dice la cita de Benedetti, “cuando creíamos que teníamos todas las respuestas, de pronto, cambiaron todas las preguntas”. Lo cual obliga no sólo a aprenderse “las reglas generales”, sino sus posibles actualizaciones. En otras palabras: Estar muy al día de lo que se barrunta. Ya sea para aportar proyectos en armonía a lo que se está cociendo en ese momento, o por el contrario, arriesgar generando proyectos rupturistas (pero siempre desde la consciencia de que lo son y de que algunas reglas, no cambiarán por nosotros). Informarse sobre esto a día de hoy no es del todo difícil, aunque no sean matemáticas. Únicamente es costoso en tomarse la molestia de indagar.
    Mi concepción de lo que se barrunta en la actualidad, es que la regla número uno es la crisis. Ésta, de alguna manera manda de forma notable en los contenidos para componer ficción televisiva (no sólo en los presupuestos). La pasta manda y en asociación a ello se cree tener unos conceptos establecidos. Es decir; un poco como siempre pero más. Razones y argumentos también los puede haber a favor de lo que se hace o se pretende hacer por parte de las cadenas, claro. Aunque en mi opinión ello tenga poco que ver con la diversidad de público y sus preferencias, e incluso con el target comercial. Bien es cierto que, esta semana salió la noticia de una excepción: El proyecto de Alatriste. Pero también las características de este proyecto poco tienen que ver con la venta de un proyecto proveniente de un creador más. Se trata de una coproducción televisiva de carácter internacional, sobre una novela y un autor de éxito diferenciador ya generado(para lo que se ha escogido a unos guionistas de una trayectoria y autoridad contrastadas, todo sea dicho).
    Bajo mi punto de vista es importantísimo como creadores conocer esto para tener una estrategia más ajustada. Sobre todo, enlazando con el argumento de Álvaro y la respuesta de David, por una razón por encima del resto: Si sabemos dónde se sitúan las condiciones y las posibilidades de llegar a la meta, quizá, y sólo quizá, no nos interese tomar la salida. O como bien dice David, optar por otros modos de expresión creativa, otras rampas de salida.

  2. Ya que lo mencionas en el post, me gustaría saber más sobre el proceso que hay que llevar a cabo para crear una productora y trabajar en televisión. Además de la sociedad limitada y demás formalismos empresariales ¿qué más hace falta? Con tener un proyecto ya es suficiente para ir a las cadenas? Buscar coproducciones con otras productoras asentadas? (Creo que éste fue el caso de Bambú y desde entonces les ha ido genial). En definitiva, ¿cuánta pasta hace falta?Más que nada, teniendo en cuenta que los bancos ya no avalan nada, ni si quiera contratos firmados por una cadena.
    Es un tema que me interesa muchísimo. Gracias ;)

    1. Hola Alex,
      Si eres productor y tienes un proyecto, puedes intentar que te reciban en una cadena. Del interés que despierte tu proyecto (y tu empresa) dependerá que te reciban o no, y de que si lo hacen, te reúnas con una persona u otra. Y por lo que me contó hace muy poco un amigo de una productora pequeña, si puedes ir de la mano de una productora más grande, mucho mejor. A la hora de aprobar un proyecto, importa tanto que gusten los guiones como dejar claro que si se tira para delante vas a poder producirlos y entregar un producto de calidad. Respecto al tema de “la pasta”, aunque más o menos tengo una idea de cómo va la cosa, no soy productor. Seguro que si te contesto, acabaría metiendo la pata en algo. De modo que prefiero no entrar en ese tema. Solo puedo decirte con seguridad que en muchos casos tienes que ser capaz de adelantar el dinero necesario para financiar la grabación varios capítulos (ya que, como he dicho en mi entrada, a veces solo te pagan cuando se emiten; aunque me sopla un amigo de producción que es más habitual es cobrar cuando entregas el montaje final a la cadena). Así que estaríamos hablando de cientos de miles de euros necesarios para mantener la maquinaria en marcha hasta que llegue el momento de cobrar. Ahí es nada. Como ves, es normal que las cadenas se fíen más de empresas consolidadas, que ya han demostrado que pueden trabajar así, precisamente porque su trayectoria les permite pedir dinero a los bancos en el caso de que sea necesario. También hay productoras que tienen sus propias infraestructuras (platós, salas de edición, etc.) lo que siempre abarata el coste de la producción. De todos modos, ya te digo que preferiría que de esto hablara algún día un productor. Precisamente estuvo por “aquí” el guionista y productor Nacho Faerna. Y él sabe de esto mucho más que yo, ya que ha sido productor ejecutivo de varias series. No estaría mal preguntarle si le apetece también hablar de estas cosas. Seguro que todos aprendemos algo.

    2. Es muy fácil, lo único que necesitas es tener un buen amigo que sea director de ficción de una cadena. O sobornarle. O aún mejor, las dos cosas a la vez.

  3. O sea, que para vender tu proyecto de serie primero tiene que haber una cadena de televisión dispuesta a comprarla. El problema es que las cadenas sólo compran a productoras con las que hayan trabajado antes. Intentas hablar con alguien de la productora, pero inmediatamente te contestan que sólo desarrollan proyectos de guionistas a los que tienen en plantilla. Empiezas a desesperarte. De pronto te llega el rumor de que hay una productora modesta que ha externalizado (subcontratado) su departamento de guiones por el tema de la crisis, y que ahora trabaja con “freelances” y les presentas tu propuesta, creyendo ingenuamente que por ahí tal vez haya una oportunidad.

    Error. Sólo trabajan con “freelances” con las que ya tengan una relación de confianza (en el colmo de las ironías dramáticas, son los mismos guionistas de plantilla que llevaban años en la empresa, y a los han despedido una semana antes para ahorrar costes). Después de un calvario digno de Job, llegas a casa más cabreado que una mona, tiras por la ventana el portátil, los libros de Robert McKee y la matrícula del enésimo taller de guión al que te has apuntado. Decides que tienes más futuro vendiendo muebles de diseño suecos o montando un seminario para aspirantes a escritores. Tu novia te deja. Fin.

  4. Jimmy Aponte Martnez

    Si casi ya no hay departamentos de desarrollo y en los que hay quedan dos o tres personas; si nadie o casi nadie te contrata porque trabajan con productoras de confianza que tienen a sus ‘guionistas freelance’ o a esos pocos dptos de desarrollo que quedan; si no te contratan (ya slo por el hecho de ser novel es difcil sino imposible pues no hay oportunidades ni futuro en ningn lado porque todo es un bucle en el que no entra nadie), porque tienes estudios pero nadie te da oportunidades… en fin. No sera mejor eliminar la profesin de cuajo? Os lanzo otra pregunta, Qu puede hacer un guionista, en general… (pues es evidente que si se quiere escribir ‘tele’ no hay nada que hacer)? Se agradece que seis sinceros, no lo tomis a mal…, pero vaya! No vendra mal un manual de autoayuda al guionista! Saludos y gracias

  5. Felicidades por el post. Lo difundiré entre alumnos y guionistas que empiezan, para que vean la situación actual y las posibilidades de vender proyectos (vs las posibilidades de vender una novela, por ejemplo, o tener un guión de largo como tarjeta de presentación).
    Esperamos con ganas tu nuevo escrito sobre “cosas que pueden hacerse”.

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